“Yo creo que si bien es mi profesión la música, y la profesión implica obviamente tratar de tener ingresos porque de eso vivimos los artistas, yo nunca me olvido de las necesidades de la gente”, empieza diciendo Rolando Chaparro en conversación con ABC Color sobre la causa que lo motiva en esta ocasión, además de su aniversario.
Para ingresar al concierto de hoy él pide a la gente que acerque alimentos no perecederos o elementos que puedan servir para el mantenimiento y construcción de la Granja “Don Bosco”, ubicada en Piribebuy, lugar que el músico tuvo la oportunidad de conocer hace poco. También habrá una gorra para aportar dinero a voluntad.
Chaparro comentó que la granja pertenece a la fraternidad de hermanos franciscanos “El Camino”, donde acuden personas en situación de calle y con problemas de todo tipo de adicción. “La parte espiritual y la de solidaridad pasan siempre a primer plano cuando hay estas situaciones de urgencia”, comentó Chaparro, quien también subrayó que “hay que hablar más” del tema de las adicciones. “Urge que esto se trate a mi criterio con más profundidad a nivel estatal”, señaló.
Un repaso musical
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Al respecto de la celebración de esta noche, Rolando precisó que será un recuento de todas las facetas de su carrera, en la que editó más de veinte discos. Tocará temas de su época en Ñamandú, de Síntesis, Krhizya , y músicas de sus discos de su etapa solista, como “Hoja de rutter”, “Afropolka”, “Bohemio” o “Guay”.
“Yo empecé profesionalmente la carrera en 1987. Si bien me dedico a la música desde antes, cuento el 87 como el inicio profesional porque fue el año que entré a Ñamandú y a finales de año he editado por primera vez un disco en mi vida, fue un vinilo, “Lo que somos”, y lo presentamos en el Teatro de las Américas”, contó el artista. Si bien cuenta el inicio de su carrera profesional desde 1987, Rolando mencionó que lo suyo con la música viene desde que tiene memoria.
“Va a ser un show para mí más bien íntimo por lo que es el teatro en sí, y porque me gusta mucho crear esa conexión con la gente”, afirmó sobre este show, en el que estará acompañado en escena por su hermano Luis Chaparro (batería), Sargus Pérez (bajo) y César Da Costa (guitarra).
Así, el concierto pasará por varios ritmos. Chaparro destaca que su raíz es el rock, si bien él “coquetea” con distintos estilos. Resaltó así uno de sus últimos sencillos, la polka rock “Sam va a asaltar”, que lanzó con el grupo The Fenders.
“Esa fusión de folklore con el rock y el jazz es también otro elemento que me caracteriza desde los años 80, porque yo empecé a hacer eso. Una de mis primeras composiciones así fue “Ojavea”, en el 82”. Incursionar con eso en aquella época, recuerda que “era muy difícil”, porque “los folcloristas eran muy tradicionales, me crucificaban; los rockeros no estaban ni ahí con la fusión del folklore y el rock, y los jazzeros decían que yo no hacía jazz, entonces estaba medio solo en esa época. Después vino la etapa de “Reservista Purahéi”, a finales de los 90, con Krhizya”, recordó.
Pero al decir de Chaparro, “hoy en día estamos en una etapa donde el folklore está tomando una nueva etapa con los nuevos grupos, si bien todavía hay bastantes tradicionalistas que no están de acuerdo con eso”.
El camino del artista
Haciendo una revisión de tantos años con la música, el artista afirmó que la “madurez” que nota es que cada vez está “más seguro” de lo que quiere. “Siempre dije esto: yo soy un compositor, un cantautor, pero no soy cantante, tengo detractores y está perfecto. Pero un cantautor expresa y canta sus canciones más allá de su técnica, y hay muchos, desde John Lennon, Joaquín Sabina, Fito Páez. Y siempre dije que quería ser compositor, cantautor y cantar mis obras”.
Asimismo, Chaparro aseguró que “el ser compositor es una lucha”, pero que cada día le sorprende descubrir que “en Paraguay existen artistas impresionantes, potenciales, no conocidos”. En ese sentido, expresó que siempre anima a los artistas o a sus alumnos a que compongan. “Sobre todo por una cuestión de expresar lo que uno siente en su música, sus letras, su canto, que es lo que al final hace a la personalidad del artista, de la cultura y del país. Y que también conozcan sus derechos como autores”, añadió.
Entonces para él, su rol como cantautor y compositor es “no solo” consagrarse como “exitoso”, sino también “dejar huellas para que le sirva a otros artistas”.
Indicó además que si bien los artistas tienen influencias “la autenticidad está siempre”. “Las influencias no se pueden negar. Podés fijarte en los otros como un aprendizaje, pero vos como músico, instrumentista o compositor, tenés que desarrollar tu personalidad a partir de aceptarte a vos mismo. De nada sirve romperte del todo por tratar de ser el mejor, el guitarrista más veloz, más limpio o el más jazzero o el más rockero, y después te das cuenta que hay otros que son mejores que vos. Uno tiene que estar afianzado en lo que es”, reflexionó.
Para él “cada uno de nosotros tiene una identidad”, pero “la cuestión es descubrirla y al mismo tiempo expresarla”, aseguró. “Yo no puedo renegar de lo que soy, de hecho lo que siempre hice en el desarrollo de mi carrera es tratar de reflejar lo que soy, tal cual soy, y no parecerme a otro o querer ser mejor que otro, porque no tiene sentido. Como dice Serrat “uno solo es lo que es”.