Ante una platea repleta de público (a la que se sumaron sillas adicionales a las butacas del teatro), Álvarez ofreció un concierto de casi dos horas, que brindó un recorrido por algunos de los temas más memorables del séptimo arte. El concierto comenzó puntual y, tras una obertura, resonaron los temas de las series televisivas “Bonanza”, “Los Picapiedras”, “Hawai 5.0” y del largometraje “Love story”.
Con una destacada interpretación, Orlando Caballero puso su voz al tema de “El Padrino”, para luego dar paso a la romántica “As time goes by” de la película “Casablanca”.
Proyecciones de escenas, en una pantalla led ubicada al fondo del escenario, sirvieron como introducción a los diferentes temas interpretados durante la noche. También varios bailarines participaron en este espectáculo caracterizados como los personajes de las producciones, cuyas melodías la orquesta iba interpretando.
La película “Rocky” tuvo dos momentos a lo largo del concierto. Primero la orquesta interpretó “Gonna fly now”, con dos boxeadores al frente del escenario, y más adelante trajo al escenario al “Eye of the tiger”, con la voz de César Andrés González y el joven Gianluca Miranda en la guitarra eléctrica.
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Las majestuosas composiciones de John Williams también resonaron bajo la batuta de Álvarez, primero dando paso al tema de “Star Wars” y “La marcha imperial”, con Darth Vader recorriendo el escenario.
Con un acróbata colgando desde el techo del escenario, la OSN interpretó el tema de “Indiana Jones”, y más adelante llegaron los temas de “Jurassic Park” y “Superman”.
Entre los clásicos tampoco faltaron el tema de “La misión”, compuesto por Ennio Morricone; y las “Carrozas de fuego”, de Vangelis.
Una de las sorpresas de la noche fue el tema de la película paraguaya “Los buscadores”, compuesta por Derlis González y que había sido grabada originalmente por la OSN y Cuquejo.
También sorprendió la introducción de temas de series recientes como “The walking dead”, con unos zombies recorriendo la platea, y de “Juego de tronos”, con un toque de arpa al final; así como la composición de la saga de películas de superhéroes “Avengers”.
Con una introducción en la flauta irlandesa, de mano de Patricia Álvarez, también apareció en el repertorio la canción “My heart will go on”, de la película “Titanic”. Marijó Obregón le puso su voz de manera correcta al tema, pero sin llegar a los agudos de la cantante canadiense Celine Dion, intérprete original de la canción.
Donde la cantante guaireña sí lució todo el potencial de su voz, con una interpretación impecable, fue en “Shallow”, la canción compuesta por Lady Gaga para la película “Nace una estrella”, que cantó a dúo con Dany Blaires, quien hizo las partes originalmente cantadas por Bradley Cooper.
Como solista, Blaires se sumó a la orquesta para interpretar correctamente “Unchained melody”, de la película “Ghost, el fantasma del amor”, y la emotiva “El ciclo sin fin”, de “El rey león”.
Emilio García fue convocado al escenario para poner su voz a “Melody Fair”, canción de los Bee Gees ára la película británica “Melody”. Pero su voz al inicio quedó muy por debajo del sonido de la orquesta. Sí demostró toda su potencia cuando, más adelante, retornó al escenario para cantar “New York, New York”, de la película del mismo nombre, protagonizada por Liza Minelli y Robert De Niro.
Ya hacia el final de la noche, Obregón retornó al escenario para poner su voz a la movida “Sway”, tema de la película “¿Bailamos?”, acompañada por bailarines del elenco de Lis Torres.
Los concejales Sandra Benítez y Elvio Segovia sorprendieron a Álvarez, ya hacia el final del concierto, con la declaración de “Hijo dilecto” de la ciudad. El músico expresó su felicidad y agradeció al público por acompañarlo en esta “noche de película”.
Como cierre del espectáculo, que contó con la conducción de Rubén Rodríguez, llegaron dos temas de Queen. Primero, le tocó el turno a “Bohemian Rhapsody”, con la interpretación de César Andrés, pero dejando fuera a la parte operística y más potente del tema; y, finalmente, “We are the champions”, con todos los invitados uniendo sus voces sobre el escenario. El público aplaudió de pie el espectáculo, que no dejó ningún detalle librado al azar, incluyendo un gran proyector de cine instalado en el hall del teatro.