La academia sueca premia a Handke y Tokarczuk

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Peter Handke, en el jardín de su casa, en las afueras de París. Colaboró con Wim Wenders en las películas “El cielo sobre Berlin”, “Falso movimiento” y “El miedo del portero al penalty”.
Peter Handke, en el jardín de su casa, en las afueras de París. Colaboró con Wim Wenders en las películas “El cielo sobre Berlin”, “Falso movimiento” y “El miedo del portero al penalty”.

La escritora polaca Olga Tokarczuk recibió ayer el premio Nobel de Literatura 2018 y el novelista austriaco Peter Handke fue galardonado con el de 2019, anunció la academia sueca. Con esto, se zanja el impasse ocurrido el año pasado.

ESTOCOLMO (AFP). Tokarczuk fue recompensada por “su imaginación narrativa, que con una pasión enciclopédica, simboliza el traspaso de las fronteras como forma de vida”, dijo el secretario de la Academia sueca, Mats Malm. El Nobel de 2019 fue otorgado a Handke por una obra “llena de ingenuidad lingüística que ha explorado la periferia y la singularidad de la experiencia humana”.

Este año el Nobel ha consagrado a dos escritores, uno para 2018 y otro para 2019, después de que la Academia Sueca pospusiese la adjudicación el año pasado de este galardón por un escándalo de agresión sexual. Ambos suceden en el palmares al novelista británico de origen japonés Kazuo Ishiguro, autor de “Los vestigios del día”, laureado en 2017.

En paz y tranquilo

PARÍS (EFE). El escritor austriaco Peter Handke confesó hoy sentirse “en paz y tranquilo” tras el reconocimiento y con una “extraña sensación de libertad”.

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“No soy un ganador, han confiado en mi trabajo pero no tengo madera de ganador“, dijo Handke a los medios de comunicación en su casa de Chaville, en las afueras de París, donde vive desde hace varias décadas.

El austriaco, autor de “El miedo de portero al penalty” o “La tarde de un escritor” y guiones de filmes de Wim Wenders, ha sido protagonista de numerosas polémicas desde los años 90.

Tras el anuncio de que le habían concedido el Nobel, dijo sentirse “en paz y tranquilo”, con una “extraña sensación de libertad, como si fuera inocente”. El escritor lleva una vida discreta en una zona residencial de la periferia de París, en la que vive su mujer.

Una especie de optimismo

MADRID (EFE). La polaca Olga Tokarczuk está “muy orgullosa” de que este galardón sean para escritores de Europa central, donde dijo que hay problemas con la democracia y esperó que, “en cierto modo”, dé “una especie de optimismo”.

Por eso, consideró que un premio literario como este, “en cierto modo, nos dará una especie de optimismo, que tenemos algo que decir al mundo y que estamos aún activos y tenemos aún la capacidad de expresarnos y tenemos algo profundo que contar al mundo. Eso espero, por eso es muy especial para mí”.

Tokarczuk también se mostró “muy orgullosa” de que, como premiada de 2018, sea la primera escritora galardonada por la nueva Academia Sueca surgida después de la crisis del año pasado.

La escritora polaca (Sulechów, 1962), de quien la Academia Sueca destacó su “imaginación narrativa que, con pasión enciclopédica, representa el cruce de fronteras como una forma de vida”, estaba viajando en automóvil por Alemania cuando recibió la llamada que le anunciaba el galardón.

Tokarczuk es autora de “En un lugar llamado antaño” (1996), que ha sido llamado realismo mágico eslavo. Ella domina el relato corto.