Desde que lanzó su primer disco “Purahéi che retãgua”, en mayo de 2019, la pianista paraguaya Chiara D’Odorico no paró de recorrer el mundo. Ahora se da un descanso y comenta sobre la experiencia que fue la última gira que realizó entre el 7 y el 29 de febrero pasado, con la cual estuvo en las ciudades Palencia y Abarca de Campos (España), El Cairo (Egipto), Bruselas (Bélgica) y Roma (Italia).
Tocar para públicos tan diversos, al decir de Chiara, representa muchos desafíos. Respecto al caso de Egipto, explicó que “uno no conoce cómo es el ambiente cultural, si bien uno se puede informar previamente, pero no lo viviste, no sabés cómo es el público. La preparación cambia porque no sabés cómo ellos acostumbran, y uno se debe justamente acostumbrar en un minuto a todos esos cambios”, dijo.
Allí “de Paraguay poco y nada saben”, indicó, pero la experiencia fue “muy distinta” por la preparación que ellos tienen para los conciertos, desde el cuidado que le dan a la escenografía, como el juego de luces que “les gusta mucho utilizar”. Así la experiencia es “más impactante” en “países que por ahí nos quedan muchos más lejanos, que no conocen o nunca escucharon de nuestro país”, por ello “mostrarles nuestra música es un orgullo”, afirmó Chiara.
En estos conciertos ella presenta las obras de su disco, que incluye música paraguaya música paraguaya académica del siglo XX y XXI, de autores como Jorge “Lobito” Martínez, Juan Carlos Moreno González, Carlos Lara Bareiro, Diego Sánchez Haase y Nancy Luzko; y composiciones del polaco Frédéric Chopin.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Chopin es uno de sus compositores favoritos, según nos contó. Sus obras “gustan mucho al público porque es algo íntimo pero virtuoso”, dijo. En la segunda parte presenta las obras paraguayas, que empieza en relación con Chopin porque Juan Carlos Moreno González manejaba un “lenguaje romántico” similar al del polaco.
Después va hacia los aires más folclóricos con Lara Bareiro, “que si bien tiene un lenguaje impresionista, siempre tiene esencia folclórica”, explicó. Con su repertorio quiere hacer notar, además, “cómo van pasando los años y el crecimiento de los autores” de nuestro país, llegando así a la contemporaneidad con las obras de Martínez, Sánchez Haase y Luzko, entre las “influencias europeas, más jazzísticas o de ritmos latinoamericanos pero con esencia folclórica paraguaya”, detalló.
Incluso dijo que por más que interprete el mismo programa en cada concierto, siempre se siente diferente, cada vez le gusta más porque encuentra cosas distintas. “Siempre podés tocar un millón de veces una misma obra, podés leer el mismo poema, podés ver la misma pintura o escultura”, pero si uno está “con ojo u oído crítico vas a descubrir y redescubrir distintas cosas, y eso es lo maravilloso del arte, lo que me emociona, me alienta a seguir y me llena de placer”.
Un arduo y satisfactorio camino
Asimismo, la intérprete expresó que llegar a tantos lugares con su talento le hace ser consciente de todo el camino recorrido que lleva desde que empezó a abrazar el piano, que ejecuta desde los 4 años. Estos logros son una valoración personal de “todo el sacrificio, esfuerzo y dedicación” que puso desde pequeña. Señaló que espera que lo que está llevando a cabo pueda también abrir nuevos caminos a otros artistas que quieran llegar a estos lugares por donde ella pasó.
Además de lo artístico valoró también el aprendizaje que gana como ser humano con todo lo vivido. “Más allá del concierto todo lo que uno puede aprender a nivel humano implica un viaje la mayor de las veces”, reflexionó. Recordó que su primer experiencia de viajar sola fue a los 17 años, cuando fue a estudiar a los Estados Unidos a hacer un curso. “Enfrentar esa aventura sola, el desafío de desarraigarme de mis comodidades, de mi confort de estar en casa con mi familia y emprender este viaje que yo decidí”, fue una gran responsabilidad, dijo, pero porque ella se puso el desafío de recorrer el mundo con música. “Me siento muy orgullosa, siento que tengo mucho más para dar y siento que llevo a un país en mis espaldas”, pensó.
Durante esta gira, además, la artista recibió la noticia de que su disco fue postulado a lograr una nominación a los Premios Gardel 2020, que se entregan en Argentina. El disco podría pujar por el premio en la categoría Mejor álbum de música clásica.
Ella destacó el hecho de que el disco sea tomado en cuenta para competir por una nominación, siendo que puede llegar a pujar con álbumes de artistas que grabaron a Beethoven, Chopin, Ginastera, Aguirre o Piazzolla. “Nuestros compositores son valorados como cualquier otro de música universal, y que se le haya tenido en cuenta para postular en esta categoría tan peleada, tan grande, fue muy lindo para ser artista extranjera”, refirió.
Con toda la experiencia que lleva en sus 29 años de vida, Chiara dice que lo que puede influenciar en otras personas es demostrar “que nada es imposible y que los sueños se cumplen si hay trabajo, dedicación, esfuerzo y empeño”. “A mí nadie me regaló nada, sino que todo lo que yo hice fue a través de muchísimo trabajo”, enfatizó.
“Muy pocos son a los que le regalan cosas o le llueven cosas del cielo”, remarcó, por ello recomienda “estudiar mucho, rodearse de gente del ambiente que sepa, que te puede dar buenos consejos y olvidarse de los que te tiran mala onda. Uno tiene que remar para adelante, alejarse de quienes por ahí no están ayudándote, porque lo importante es no perder de vista el objetivo”, dijo.
“En el Paraguay es importante demostrar que hay que trabajar duro y que así se consiguen las cosas, porque así se logra triunfar y lograr a nuestros sueños, con trabajo y dedicación todos los días”, concluyó.
