La biografía de Luis de Gásperi

Muchos lo consideran el hombre que le dio al Paraguay la soberanía jurídica, pues antes que él el edificio jurídico estaba basado en leyes extranjeras. Hablamos del doctor Luis de Gásperi (1890 – 1975), cuya biografía aparece hoy con el ejemplar de nuestro diario.

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Esta obra titulada “Luis de Gásperi, el padre del Código Civil paraguayo”, escrito por el historiador compatriota Juan Bautista Rivarola Paoli, es el volumen número 11 de la colección “Personalidades célebres” de ABC Color y El Lector.

La obra cumbre de De Gásperi, “Anteproyecto del Código Civil”, con más de 4.000 artículos y en el que recoge la moderna y universal jurisprudencia de entonces, fue terminada en 1963 y publicada el año siguiente. Ese fue una tarea en la que el jurista compatriota invirtió cuatro años de su vida.

La Comisión Nacional de Codificación, conformada por las mejores mentes de la era, terminado su informe elevó el anteproyecto al Congreso Nacional, que lo convirtió en el Código Civil Paraguayo.

De forma paralela a sus obras jurídicas, el doctor De Gásperi ha publicado, en revistas y periódicos del país y del exterior, numerosos trabajos literarios. Una de las materias que más le apasionó fue el idioma guaraní, sobre el cual pronunció varias conferencias.

La conferencia titulada “Laudatoria del vernáculo. La poesía en guaraní”, una larga pieza literaria, pronunciada en el Unión Club el 10 de octubre de 1957, con los auspicios del Instituto Paraguayo de Investigaciones Históricas y la Academia de la Lengua Guaraní, fue publicada en Buenos Aires ese mismo año.

“Como prosador es un devoto del purismo idiomático”, afirmaba Carlos R. Centurión. El mismo Centurión agrega que “cuida su estilo, lo acicala de acuerdo con añejos cánones; mide el concepto al que ajusta el vocablo; pero todo ese afán, lejos de tronchar la armonía de su pensamiento, exalta la belleza de su decir. Su prosa es clara, pura, alada y llena de ideas sugerentes”.

Sigue diciendo Carlos R. Centurión: “Sus discursos parlamentarios constituyen verdaderas exposiciones doctrinarias. Cuando ataca, agrádale derrumbar, valido de la dialéctica, todas las premisas del adversario, dejando en el aire, sin sostén, la tesis combatida, y luego, vencedor, reírse de su ocasional adversario”.

En 1952, al reorganizarse la Institución, fue designado presidente de la Academia Paraguaya de la Lengua Española, cargo que ejerció hasta 1968. Falleció el 2 de febrero de 1975.

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