Pichot luchará por el puesto contra el actual presidente, el inglés Bill Beaumont, cuya reelección por la falta de candidatos parecía una mera formalidad.
La irrupción de Pichot en la carrera presidencial por el gobierno del rugby mundial abre la tradicional lucha entre el norte y el sur en la ovalada.
“Es una elección clave en momentos críticos para el rugby, que a su vez se presenta como una oportunidad para alinear nuestro deporte de manera global, he decidido presentarme como candidato a presidente de la World Rugby”, escribió Pichot en una red social.
En su documento programático, Pichot desgrana algunos de sus objetivos: “Es el momento de pensar en un deporte en el que los ingresos profesionales y comerciales sean un verdadero beneficio para todos, fomentando el crecimiento del rugby en todo el mundo y dejando atrás el tiempo en que esos beneficios eran solo para algunos”.
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Caso de salir elegido, Pichot sería el primer presidente no nacido en uno de los países que participa en el torneo de las Seis Naciones.
El candidato argentino había apoyado con anterioridad la idea de una Liga Mundial con 12 selecciones, que nunca llegó a nacer. Con muchas federaciones con graves problemas económicos, sobre todo Australia y las islas del Pacífico, Pichot puede aglutinar el tradicional descontento de estas hacia el poder económico de los países europeos que siempre han gobernado el rugby mundial.
“El rugby es muchísimo más que un deporte, es una fuerza saludable, poderosa e inclusiva, un signo de esperanza para todos los jóvenes del mundo. Una fuerza que puede hacerlos capaces de convertir el mundo que tienen en el mundo que desean. Con amor, pasión y equidad”, apuntó Agustín Pichot. (EFE)