Es el penúltimo de cinco hermanos, todos golfistas, hijo de un trabajador de campo de golf en el Asunción Golf Club, entidad madre del deporte en nuestro país y donde comenzó a dar sus primeros golpes con implementos de creaciones propias. Casado con Celsa y sus tres hijos son: Carlos, Alcides y Jessenia.
Pero llegar a esto no fue fácil, tuvo sus bemoles comenzando por sus condiciones económicas en origen, supliendo muy bien con su naturaleza innata para jugar al golf acompañado de la suerte, un factor muy importante en la vida, para abrazarse con el éxito. Al que llegó gracias a apoyos de personas, de algunos para que explote su don de golfista, otros con mas exigencias, contratos de por medio, que bien o mal sirvieron para su crecimiento personal y deportivo, llegando a la élite absoluta en un período dominado por uno de los mejores golfistas del planeta, el estadounidense Tiger Woods, con quien llegó a codearse compartiendo salidas en algunos torneos y enfrentándolo en otros. Y se dio el lujo de vencerlo en un match, que si bien no fue individual, fue por equipos (parejas, conformado con el japonés Shigeki Maruyama) en una de las victorias del equipo Resto del Mundo -del que fue parte, gracias a su gran año- contra Estados Unidos, liderado entonces por el mencionado Woods en la Presidents Cup 1999.
Sin mucha historia como jugador amateur, tal vez por su condición de origen caddie, y pese a que compitió y representó a nuestro país en torneos sudamericanos, lo mejor de su carrera consiguió en el campo rentado al que accedió en 1986.
Ganó varios torneos a nivel sudamericano, pero comenzó a explotar y estar en la consideración del Golf mundial tras su paso por Medio Oriente jugando en el Circuito Asiático y Japonés, en los que ganó varios títulos, que por entonces le catapultó entre los mejores 50 del mundo.
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Esto motivó otro intento de acceder al mayor circuito de golf profesional del mundo, el PGA Tour de Estados Unidos, en el que después de algunos intentos en años anteriores logró obtener la tarjeta regular de la gira, con sufrimiento, por efecto de algunas reacciones propias del golf y lo que estaba en juego –pasar a ser jugador de élite– rompió su putter y terminó jugando los últimos hoyos usando el driver –madera para los tiros mas largos del set de golf– como putter y llegando al objetivo entre los últimos cupos de la clasificación de 1998.
Logrado su objetivo, inició su carrera como jugador de élite nada menos que en el PGA Tour, tour soñado por todos los golfistas profesionales del mundo, pero al que acceden solo algunos, los mejores.
En su primer año en la gira no solo fue sensación, sino que dejó atónitos a propios y extraños, tanto a los considerados mejores jugadores del planeta, como al propio público amante del golf, así como de la prensa especializada del deporte, por las condiciones innatas que tiene para desarrollar en el juego y más, porque es sabido que no tiene mucha, para no decir nada, adicción a las prácticas, comunes para el resto, y en verdad no es que necesitaba, bastaba con cuatro a cinco tiros de driver, similar o un poco más con los palos de precisiones y unos putters y ya adentro de la cancha donde exhibía su magia. Otros jugadores del circuito se preparan hasta dos o más horas antes de salir a la cancha.
El deportista, en lo personal el mejor de nuestro país teniendo en cuenta la totalidad de los deportes, se mantuvo por diez años ininterrumpidos en el mejor circuito del mundo, en el que ganó en cuatro oportunidades.
Su único pendiente es no haber podido ganar algún “Major” en lo que más cerca estuvo en el Masters de Augusta 1999 con un sexto lugar. Pero lo realizado en la gira le pone entre los jugadores “Leyendas” del golf, en la que continúa en la élite, pero entre los competidores profesionales mayores de 50 años.
Implantó varios récords, siendo uno de ellos el de Novato del Año en 1999 (Mejor jugador del año entre los que juegan por primera vez en el Tour). Llegó a ocupar el puesto 14 en el ránking mundial, mejor en el histórico.
Pese a la edad entró en la historia grande y Olímpica por nuestro país acreditándose medallas en los Juegos Panamericanos y Sudamericanos.
Todo lo ganado pudo ser mucho más, pero algunas malas decisiones personales, tal vez impidió que obtuviera más de lo que consiguió en lo deportivo.
Es propietario de un Country Club y cancha de golf, que lleva su nombre en las afueras de Asunción, en la ciudad de Arroyos y Esteros, a 56 km, sobre la Ruta 3.
Dejó una huella que sera difícil, aunque no imposible, alcanzar por otro golfista de nuestro medio.