La actuación de Ricardo no pasó inadvertida para los argentinos, y al poco tiempo fue contratado por Huracán. En el 53 pasó a San Lorenzo de Almagro.
Volvió al país en el 56, pero ya no en Cerro, sino en Olimpia. Luego emigró al Perú y de ahí pasó a Colombia para jugar en América de Cali, y regresó a su club peruano, de donde se retiró en 1966. De vuelta al Paraguay fue agente de seguros en la empresa Alianza, donde se jubiló. Acaba de dejarnos a los 84 años. Su sepelio se realizó el pasado 21.