El jugador solense, ante una consulta, señaló ayer su inocencia: “No llegué con mala intención en la jugada de mi expulsión. No pude frenar más en la acción y mi pierna fue contra el adversario. Pero no hubo mala intención. Incluso el contrario se levantó rápidamente, señal que no le pasó nada. Exagerada fue la tarjeta del juez que con esto me perjudica grande (dos juegos de ausencia)”.
Tanto cuerpo técnico y directivos lanzaron duros calificativos a Quintana el pasado domingo.