El presidente de la aguatera, Natalicio Chase, y el gerente general Carlos Antonio López llegaron al lugar a las 19:30, ni bien fueron alertados. Cerraron la llave que alimenta el tanque con lo cual paró el derrame del agua. “Los únicos que estarán en peligro son los que van a soldar el tanque”, expresó Chase con lo cual desechó el temor de los moradores de que la enorme estructura de metal colapse. Señaló además, que ese reservorio siempre tiene filtraciones dado que el metal se corroe al estar en contacto permanente con el agua potabilizada.
López mencionó por su parte que el reservorio se construyó en 1972, y que este problema no afectará la provisión normal de agua a los usuarios de Los Laureles, Hipódromo, Nazareth, y otros barrios, que abastece ese reservorio.
El presidente de la Essap alertó sobre la falta de agua que deberán enfrentar este verano los usuarios de algunos barrios de Asunción y del área metropolitana, a causa de la no inversión en la ampliación de la planta de tratamiento de Viñas Cue. El último módulo construido en 2012 ya se ve superado por el aumento de la demanda. Son 70 puntos críticos de la capital que paliarán con la provisión de tanques a los usuarios. Están licitando la compra de 6.000 tanques. Prefirieron esta alternativa dado que la construcción de reservorios requiere un gasto de US$ 5 millones.
