Según la UGP, la tasa actual del IRE no toma en cuenta los rendimientos reales de la agricultura y la retención golpeará duramente a la economía campesina productiva.
“Las retenciones, con tasa del 3% establecida por la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), que afectan a las personas físicas, pequeños productores, constituyen prácticamente una confiscación de sus ingresos, acorde con el análisis de la UGP.
Añade que, de acuerdo con el rendimiento, la tasa real de impuesto va desde el 16% sobre la utilidad bruta hasta un 73% en el caso del maíz. Eso será así según la resolución general de la SET número 34, del 10 de enero del corriente año, que reglamenta el uso de autofactura en las compras de los productos comercializados por productores campesinos que no tienen RUC ni factura, porque mueven menos de G. 80.000.000 al año.
“Se trata de un problema de aplicación, que parte de cálculos que no toman en cuenta los rendimientos reales y las variables de insumos, clima y otros que afectan a los productos agrícolas”, argumenta la UGP.
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Añade que ese desconocimiento hace que se calcule, a priori, unas ganancias del 30%, que es absolutamente apartada de los márgenes reales. “En realidad, muy pocas actividades llegan a tener una utilidad del 30%. Por la concepción del impuesto (dirigido a pequeños productores) golpea al sector más vulnerable de la economía y pone en peligro a más de 100.000 productores de menos de 20 hectáreas que cultivan desde soja, maíz, sésamo, poroto, yerba, hasta mandioca, según advierte el gremio. Destaca que la tasa real sobre utilidad bruta termina siendo muy superior a la tasa aplicada a otros segmentos de contribuyentes menos vulnerables.
Al respecto, el pequeño productor de soja, de Itapúa, Gabriel Ortiz, señala que quienes tienen tierras pequeñas serán los afectados, pues los números no les dan actualmente ante esta tasa.
“La ley tiene que adecuarse a nosotros, los pequeños productores. Quienes tenemos entre 15 y 20 hectáreas, ya son miniempresarios, pero el Gobierno tiene que reconocer que hay productores que cultivan a pequeña escala, en una o dos hectáreas; muchos de ellos jóvenes que comienzan a independizarse de sus padres y empiezan de esta manera. Pedimos que visiten a los pequeños productores para que nos escuchen y elaboren una ley que se adecue a nuestras necesidades”, expresa Ortiz.
Por su parte, Gregorio Ocampos, horticultor de la zona de Yhú, opina que tendrá mucho impacto en los pequeños productores.
Afectará a sesameros y a pequeños
En lo que respecta al sector del sésamo, el ingeniero Miguel Florentín, productor de San Pedro, explicó que esta retención aplicada a la pequeña agricultura impactará de una forma significativa e incidirá negativamente sobre las ganancias finales del agricultor. “Los precios actuales del sésamo permiten pagar los costos cuando la cosecha es normal, pero, en una cosecha buena, cuando se presume que hay ganancia, con la retención no se podrá hacer inversión de capital, sino solo pagar la mano de obra”, destacó. A su vez, Arnaldo Rodas, de la Asociación Nacional de Trabajadores Frutihortícolas, comentó que el IRE afectará de manera particular a los más desfavorecidos de la producción.