Oliver Gayet, de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), indicó que el proyecto de emergencia del Ejecutivo no es coherente con la realidad, ya que sólo aplaza un problema que se avecina. “Los empresarios no van a contar con los recursos para pagar los préstamos, es un panorama incierto”, dijo. Agregó que ni siquiera se puede cumplir con obligaciones habituales y no se pueden endeudar.
El Gobierno propone diferimiento (aplazamiento de pago) de servicios básicos de electricidad (ANDE), agua (Essap) y telefonía (Copaco), así como disponer de fondos para préstamos, entre otros. Gayet cuestionó que se disponga de US$ 300 millones para el sector informal mientras que al sector formal “se le castiga pidiendo que sigan pagando salarios cuando ni generan ventas”, resaltó.
Por otra parte, estimó que desde el 1 de abril, 60.000 empleos de sector gastronómico estarán en jaque, ya que culminarán las vacaciones de los empleados y empezarían los despidos. Recordó que muchos trabajadores son de pequeñas y medianas empresas.
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Por su parte, Santiago Colombino, de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP), apuntó a la falta de coherencia. “Consideramos una dislexia al intentar solucionar problemas económicos con soluciones financieras. Todas las medidas solo postergan una agonía que finalmente cada empresa deberá pagar”, expresó y sugirió una flexibilización del sistema laboral y otros descuentos en los impuestos, los cuales consideró eficientes para dar capacidad real de respuesta a las empresas.
También participarán del encuentro representantes de autopartistas y hoteles.