Explicó que el plan se está construyendo sobre la base de algunos criterios para preservar las áreas sensibles y mantener en un 100% los fondos previstos para estos programas.
A modo de ejemplo, dijo que se “blinda” de cualquier reprogramación el presupuesto destinado a medicamentos para el Ministerio de Salud y el Hospital de Clínicas, alimentos para Salud y Ministerio de Justicia (cárceles), servicios básicos y pago de deudas, así como las transferencias a jubilados y pensionados, adultos mayores, Tekoporã, alimento escolar, Fonavis, entre otros sectores.
Ramírez indicó que en años anteriores las entidades establecían su prioridades, pero desde este ejercicio se dispuso que las entidades solo podrán distribuir otras partidas presupuestarias que no sean las que están en la referida lista de “blindadas”.
El plan financiero prevé recortes a gastos financiados con recursos del Tesoro o provenientes de los impuestos del orden de G. 650.000 millones (US$ 110,9 millones), en tanto aquellos que se cubren con préstamos y recursos institucionales no tendrán restricción alguna. El plan financiero solo afecta a las entidades dependientes del Poder Ejecutivo, expresó.
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