Enfrentamientos sangrientos entre paraguayos y un volcán de violencia podría desencadenar la resolución 792, del 27 de noviembre del 2014 del juez Édgar Agustín Rivas L., que afecta a la finca 4802 de la colonia Santa Teresa, distrito de Abaí, donde residen desde hace 20 años unas 79 familias de productores, si no da lugar a la defensa, advirtieron ayer los representantes legales de los afectados, abogados Óscar Huerta y Walter Ruiz Maciel, en una visita a ABC Color.
Los abogados responsabilizan al juez Rivas, con su sentencia, de encender la chispa en una zona de litigio, argumentando que varias comunidades indígenas Aché y Mbya Guaraní, armadas con arcos, flechas y lanzas, acudieron para defender los derechos de sus vecinos.
Los profesionales Huerta y Maciel aseguran que sus mandantes son legítimos propietarios de inmuebles titulados, ubicados dentro de la finca 4802, de la colonia Santa Teresa Manduará de Abaí, según las copias de títulos que presentaron en la apelación.
Sin embargo, el juez Rivas resolvió otorgar la posesión total del inmueble, individualizado como finca 4802, a favor del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), y ordenó la ayuda de la Comandancia de la Policía Nacional, para que se ponga en posesión del ente estatal.
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Los abogados piden que el juez les tenga por presentados en carácter y representación de los 79 colonos afectados por la medida del juez y también que se tengan por presentados los recursos de apelación y nulidad contra la sentencia 792 de referencia.
Según datos del Indert, la colonia Santa Teresa fue habilitada en 1994 con 169 lotes, con 2.526 hectáreas. En el lugar existen 2.063,9 hectáreas, conformadas por 51 lotes titulados, 49 solicitados con ocupación y 63 con probabilidad de recuperación.
El presidente del Indert, Justo Cárdenas, se ratificó en su intención de recuperar 63 lotes en situación supuestamente irregular de la colonia Santa Teresa, que fueron abandonados, vendidos o arrendados.