Se trata de una garrafa de plástico, producido con fibra de vidrio, que además de su durabilidad y ligereza, ofrece la ventaja de la transparencia, lo que le permite al consumidor controlar el estado en que se encuentra el contenido del gas.
Estos nuevos cilindros vienen en tamaño de carga de 10 kilos, que es el de mayor utilización en nuestro país. Con el contenido, estos envases ultralivianos pesan en total 12 kilos (2 kilos del envase más 10 kilos de la carga), mientras que el convencional alcanza 34 kilos en total, por los 24 kilos del envase más los 10 kilos del gas.
El director de Copesa Gas, Luis Ortega, explicó que invirtieron US$ 250.000 para la innovación de una parte de su parque de garrafas, que asciende a unas 700.000, aproximadamente, el 40% del mercado y que según la recepción que tenga este producto, lo irán renovando.
¿Cómo funciona?
El comprador interesado en adquirir estos cilindros deberá llamar, gratuitamente, al 0800 11 9999, para ser previamente catastrado, con lo que buscan la fidelización de sus consumidores. Una vez adquirido el envase, que cuesta G. 399.000, se le informará el lugar más próximo a su domicilio para la recarga del contenido o el canje de su envase por otro similar cuando se le termina la carga.
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Este pago por la compra del envase se realiza por única vez y se puede abonar incluso con tarjetas.
Otro aspecto interesante, según explicó, es que las válvulas de estos envases al ser similares a la garrafa tradicional no necesitan de cambios de las conexiones. Ello igualmente facilitará la recarga del combustible en las estaciones de servicio Barcos y Rodados (B&R), emblema perteneciente al mismo grupo empresarial, que puede realizar la recarga de gas, según la disponibilidad del público. Este servicio también ofrecen a domicilio.
A PRUEBA DE GOLPES
De acuerdo con los datos de Copesa Gas, las garrafas que lanzan al mercado reúnen los requisitos y los stándares de calidad exigidos actualmente en el mercado europeo. Se trata de un producto a prueba de golpes, transparente, muy liviano, y no se herrumbra como los envases tradicionales, explicó Luis Ortega, directivo de la compañía.
Dijo que los envases que circulan en nuestro mercado tienen más de 60 a 70 años de servicio, y que el principal inconveniente con estos cilindros se encuentra en el manipuleo, ya que reciben fuertes golpes, justamente por ser muy pesados. En el caso de las livianas, por su mayor ligereza, sufrirán menor impacto, además de ser muy resistentes.