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Jiménez fue el responsable de dar la cara, y no precisamente el presidente de la institución, el intendente de Villa Hayes, Ricardo Núñez Giménez.
Todo indica que debemos esperar hasta mediados del mes de julio para ver los depósitos, dado que la sesión de la junta se lleva a cabo los primeros días de cada mes.
Jiménez admitió que existe una disposición interna de no transferir el dinero a las Comunas que adeudan al ente por la tramitación de número de licencias de conducir, G. 20.000 por cada carné. “Las municipalidades deben cerca 15.000 millones a la Opaci. Ese ingreso es la columna vertebral de la institución”, se quejó.
Precisemos que el lunes último nuestro diario publicó que Opaci está desviando el dinero percibido de los escribanos. Según planilla entregada a ABC, hasta diciembre del 2013 había recaudado G. 12.349 millones y no transfería a las municipalidades.
La Opaci recauda los tributos sobre las transferencias de bienes raíces desde hace unos años, mediante un convenio firmado con el Colegio de Escribanos del Paraguay, para evitar que los propietarios viajen a zonas alejadas solo para abonar ese impuesto. Por ese servicio cobra G. 20.000, de los cuales G. 5.000 entrega al Colegio de Escribanos cada fin de mes (un promedio de G. 16 millones mensuales).
Esta misma política no aplica con las Comunas, propietarias genuinas de esos recursos. Ni siquiera les informa sobre los montos recaudados para ellas. Se enteran cuando los nuevos propietarios llegan para realizar el cambio del titular, según el intendente de Benjamín Aceval, Óscar Duarte.
Para realizar el cobro a los escribanos, Opaci emplea nueve personas. Son cinco liquidadores, dos cajeros y tres supervisores, según el director ejecutivo.