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La licitación que ganó Texos Oil en el proceso que llamó y anuló Petropar para la compra de gasoíl, en el 2009, decisión por la cual soporta ahora una demanda laboral con embargo preventivo, arrojó un precio del gasoíl US$ 24/m³ más bajo que el pagado entonces a PDVSA.
El diésel que ofertó a Petropar la empresa argentina Texos Oil SRL, cuyos representantes ante la estatal son los argentinos Miguel Óscar Matteucci Gil y Sergio Marsiletti, fue de US$ 24/m³ menos que la cotización que entonces se le pagaba a PDVSA. Este proceso fue revocado por Petropar durante la administración de Juan Alberto González Meyer, luego de haber adjudicado a Texos la licitación, tras haber ofertado el menor precio para el suministro de gasoíl por tierra a Villa Elisa y Hernandarias.
El precio ofertado por Texos fue de US$ 581 por m³, US$ 24/m³ menos que los US$ 605 por m³ que en esa época Petropar abonaba a PDVSA y, conforme al volumen que pretendió adquirir, que fue de 120.000 m³, el Paraguay pudo haber ahorrado US$ 2.880.000 en esta operación. No obstante, prefirieron seguir pagando más caro a Venezuela.
Actualmente, Petropar soporta una demanda en lo laboral, junto a la proveedora Texos Oil, en un juzgado de Junín, Argentina, por no haber suscrito el contrato con dicha firma. Recientemente, el juzgado ordenó el embargo preventivo de los bienes muebles o semovientes de la estatal, por lo que en cualquier momento podrían secuestrar los combustibles en tránsito por el Río de la Plata y con destino a nuestro país.
Sugestivamente, luego de conocerse las tarifas arriba citadas, que eran visiblemente inferiores a los precios vigentes con PDVSA, Petropar inició una serie de cuestionamientos para descalificar a la proveedora que, finalmente, lo consiguió con una resolución de abril de 2010. Entre los cuestionamientos de Petropar a Texos, tras finalizar la licitación se encontraron con una supuesta iliquidez de la proveedora, presuntamente con un balance que destacaba un patrimonio neto de solo 10.000 pesos, pero en el pliego de bases y condiciones elaborado por Petropar, no se estableció ninguna limitación al respecto, por lo que la firma cumplió con lo exigido en el pliego. Finalmente, decidieron no firmar el contrato con Texos por su estado financiero, pero en el mismo pliego se estableció que el pago se haría contra la entrega del producto, lo que no arriesgaba a Petropar, además la proveedora presentó una garantía de mantenimiento de oferta por US$ 2.100.000.
El diésel que ofertó a Petropar la empresa argentina Texos Oil SRL, cuyos representantes ante la estatal son los argentinos Miguel Óscar Matteucci Gil y Sergio Marsiletti, fue de US$ 24/m³ menos que la cotización que entonces se le pagaba a PDVSA. Este proceso fue revocado por Petropar durante la administración de Juan Alberto González Meyer, luego de haber adjudicado a Texos la licitación, tras haber ofertado el menor precio para el suministro de gasoíl por tierra a Villa Elisa y Hernandarias.
El precio ofertado por Texos fue de US$ 581 por m³, US$ 24/m³ menos que los US$ 605 por m³ que en esa época Petropar abonaba a PDVSA y, conforme al volumen que pretendió adquirir, que fue de 120.000 m³, el Paraguay pudo haber ahorrado US$ 2.880.000 en esta operación. No obstante, prefirieron seguir pagando más caro a Venezuela.
Actualmente, Petropar soporta una demanda en lo laboral, junto a la proveedora Texos Oil, en un juzgado de Junín, Argentina, por no haber suscrito el contrato con dicha firma. Recientemente, el juzgado ordenó el embargo preventivo de los bienes muebles o semovientes de la estatal, por lo que en cualquier momento podrían secuestrar los combustibles en tránsito por el Río de la Plata y con destino a nuestro país.
Sugestivamente, luego de conocerse las tarifas arriba citadas, que eran visiblemente inferiores a los precios vigentes con PDVSA, Petropar inició una serie de cuestionamientos para descalificar a la proveedora que, finalmente, lo consiguió con una resolución de abril de 2010. Entre los cuestionamientos de Petropar a Texos, tras finalizar la licitación se encontraron con una supuesta iliquidez de la proveedora, presuntamente con un balance que destacaba un patrimonio neto de solo 10.000 pesos, pero en el pliego de bases y condiciones elaborado por Petropar, no se estableció ninguna limitación al respecto, por lo que la firma cumplió con lo exigido en el pliego. Finalmente, decidieron no firmar el contrato con Texos por su estado financiero, pero en el mismo pliego se estableció que el pago se haría contra la entrega del producto, lo que no arriesgaba a Petropar, además la proveedora presentó una garantía de mantenimiento de oferta por US$ 2.100.000.