Las carretillas están siendo entregadas por etapas a oleros de diversos distritos del duodécimo departamento. Es un kit que incluye además un rollo de plástico (carpa) y un pala de metal.
“Detectamos que no existe procedimiento de contratación implementado por la Gobernación de Ñeembucú para la adquisición de estos productos”, dijo Seitz en entrevista con ABC Cardinal.
La institución compró cada carretilla a G. 250.000 y G. 280.000, aunque según referencias el costo de mercado es de G. 150.000 a G. 180.000 en las comunidades donde operan fábricas artesanales de ladrillo.
El director de Contrataciones expresó que pudo haber una transferencia entre entidades privadas dentro de un programa de ayuda, pero que esa respuesta la tiene que dar formalmente la Gobernación de Ñeembucú.
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La solicitud de informes será enviada primero vía electrónica. “En el análisis interno no encontramos una licitación para compra de algo que pueda ser calificado como carretilla o corresponda al código del catálogo (...). Lo que haremos será pedir informes a la Gobernación para ver si fue o no irregular (la compra)”, añadió.
Las fotografías de las carretillas se viralizaron y miles de internautas aprovecharon para hacer memes y criticar.