Liz celebra sus 15 años con familiares de donante

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Liz Marlene Ávalos lució su uniforme de colegio durante la misa para agradecer por su vida.
Liz Marlene Ávalos lució su uniforme de colegio durante la misa para agradecer por su vida.

Al cumplir sus 15 años, Liz Marlene Ávalos ayer tuvo un emotivo encuentro con parientes de su donante que hace 8 años hicieron posible que le trasplantaran un corazón para seguir con vida, estudiar y cumplir sus sueños. Quiere ser médica para ayudar a otras personas. Ministro resaltó la Ley Anita.

SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). Liz Marlene Ávalos es la primera niña que recibió un trasplante de corazón en el sector público, hace ocho años. Para celebrar sus quince años, en la mañana de ayer fue oficiado un acto religioso en acción de gracias en el salón auditorio del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” de este distrito.

El oficio religioso fue dirigido por el diácono Miguel Gómez, quien enfatizó que gracias a la donante y a sus familiares los médicos pudieron salvar la vida de Liz.

Afirmó que de esta manera se cumplió el Evangelio acerca del milagro de la multiplicación de los panes, que nos enseña a ser generosos. Instó a ser solidarios como la familia Arce, que en medio del dolor decidió dar vida a un prójimo.

De la celebración participaron, además del equipo de trasplante del Acosta Ñu, el director del hospital, Pío Alfieri, y el ministro de Salud, Julio Massoleni. El secretario de Estado recordó que con Liz se marcó un hito en la medicina paraguaya al ser la primera niña en acceder a un trasplante cardíaco en un hospital público.

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Mazzoleni agregó que con el Gobierno actual se avanzó con la promulgación de la “Ley Anita”, por la cual personas mayores de 18 años se convierten en donantes presuntos. No obstante, reconoció que queda mucho por hacer en cuanto a concienciación.

El ministro también llevó su solidaridad a Diana Roldán, madre de Wendy Balbuena, internada en cuidados intensivos a la espera de un donante de corazón.

Hicieron lo correcto

Por otra parte, familiares de Gloria, la joven que tuvo muerte cerebral tras un accidente y cuyo corazón le fue trasplantado a Liz, dijeron estar muy felices con la quinceañera y su gente, más porque saben que hace ocho años tomaron la decisión correcta. No fue fácil aceptar la pérdida del ser querido y donar sus órganos, pero al final entendieron la importancia de ayudar a dar vida a otras personas.

Liz aprovechó para pedir ser más solidarios en cuanto a la donación de órganos. Recordó a Wendy, de dos años de edad, que se encuentra en estado crítico a la espera de un trasplante de corazón que le permita seguir viviendo. También refirió que entre sus sueños está ser médica para ayudar a otras personas a vivir.