FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El último anuncio de lluvias fue para el jueves pasado y terminó con la caída de algunas gotas en el Chaco Central, aunque fue acompañada por descargas eléctricas. En esta zona de la región Occidental se hace sentir la ausencia de las grandes precipitaciones en lo que transcurrió de este año.
En algunos lugares aislados del Chaco Central cayeron en estos últimos meses mayores lluvias.
La acentuada sequía afecta principalmente al sector agrícola, con plantaciones que ya se perdieron o están por perderse, como es el caso de sandías y melones cultivados en diversas comunidades indígenas con ayuda del sector público y privado de la zona para autoconsumo y venta.
“Por la sequía que tuvimos se perdió casi gran parte de los productos de las comunidades”, se lamentó Carlos Heinrichs, secretario de Pueblos Originarios de la Gobernación de Boquerón.
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Resaltó, sin embargo, que en algunas zonas puntuales hubo lluvias y los nativos pueden cosechar sésamo, como ocurre en Yalve Sanga y Casuarina.
Agricultores asociadas a las cooperativas del Chaco Central, que se dedican al cultivo de renta como la soja, en muchos casos están por perder sus plantaciones. Pero, no todo es negativo, ya que en el sector más al este del Chaco Central, en algunas chacras se observan parcelas de algodón prometedoras, hasta ahora.
En el sector ganadero las reservas de agua en los tajamares disminuyeron, pero todavía no se habla de escasez del vital líquido. Aunque los campos de pastoreo se volvieron de un color amarillo y sin nutrientes, debido a la falta de humedad en el suelo.
Por otro lado, también se observan transportes de fardos de heno que fueron preparados a tiempo por muchos ganaderos para alimentar su hato o para la venta.