Se inscribió para recibir ayuda de los programas de Ñangareko y Pytyvõ, pero no le llegó el mensaje para retirar la anhelada transferencia monetaria, comentó.
Villalba comentó que su marido se gana la vida como jornalero, pero ya no consigue trabajo porque todo está parado.
La mujer comparte un rancho con paredes de estaqueo o postes de cocotero y techo de zinc. Para evitar el frío y la lluvia, la improvisada pared está cubierta con cartón y plásticos.
La situación de la familia de Mari Belén Villalba es desesperante. Dijo que decidió apelar a la solidaridad de la gente porque sus vecinos poco o nada le pueden ayudar, ya que también están en una difícil situación económica porque no tienen medios de ingresos económicos seguros.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Necesita leche y pañal para su hijo recién nacido y alimentos varios para otro hijo menor, ella y su marido.
La falta de comodidad se aguanta en el día a día bajo un techo, por más precario que sea, pero el estómago vacío duele y para un niño es incomprensible que no haya comida cuando siente hambre, dijo la mujer.
Espera que el Gobierno nacional le incluya en el programa Tekoporá, pero mientras espera, su alternativa es apelar a la solidaridad ciudadana porque tampoco recibió ayuda de la Comuna.
Las personas que deseen ayudarla pueden llamar al (0984) 765-896.
