Harina de maíz industrializada en San Ignacio se posiciona en el mercado

Este artículo tiene 5 años de antigüedad
La molienda del maíz para la harina dentro  del procesamiento se realiza en el  domicilio de familia  Ortiz-Alvarenga, ubicada en San Ignacio.
La molienda del maíz para la harina dentro del procesamiento se realiza en el domicilio de familia Ortiz-Alvarenga, ubicada en San Ignacio.

Una familia de San Ignacio, Misiones, tuvo la idea de industrializar el maíz blanco (avati morotî) y convertir en harina para la sopa paraguaya, polenta, mbeju mestizo, el vori y otros menús. Tras 20 años de procesamiento natural, el producto gana mercado en varias localidades del departamento.

SAN IGNACIO, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). La familia conformada por Nidia Alvarenga y Roque Ortiz junto a sus tres hijos Hugo, Ilda y Néstor (ahora todos adultos) empezó hace 20 años con el procesamiento e industrialización de harina de maíz. La materia prima utilizada es el maíz blanco más conocido como avati morotî de mucha utilidad para la elaboración de sopa paraguaya, polenta, mbeju, chipa y vori vori, entre otros.

Con el tiempo y en base a la calidad del producto Nidia y Roque ganaron mercado en varias localidades como en San Juan Bautista, San Ignacio y Santa Rosa, Misiones.

Los emprendedores trabajan durante todo el año y hacen reparto en los supermercados, autoservicios, despensas y almacenes.

La familia Ortiz-Alvarenga industrializa el maíz en su domicilio situado sobre la calle Cerro Corá entre las calles Edelmiro Vera y Teniente Brusquetti, en San Ignacio.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Nidia Alvarenga, cuyo producto lleva su nombre, expresó que el largo proceso comienza con la limpieza del maíz en grano que pasa por una zaranda. Después se lava y se enjuaga el grano para llevar al horno para la cocción. Una vez cocinado se traslada a la cámara frigorífica donde se congela, porque el maíz se rompe en frío en la máquina moledora, comentó.

Expresó que una vez hecha la molienda se vuelve a llevar al freezer y después se fracciona en medio kilo, un kilo y cinco kilos. Una vez fraccionado se almacena en el congelador, listo para la distribución a los supermercados, señaló la dueña.

Añadió que el reparto se realiza en un camión con cámara frigorífica, de modo a mantener la cadena de frío, aseguró Nidia Alvarenga.

Añadió que la harina es ecológica, sin conservantes, y que es elaborada bajo estrictos cuidados de higiene y salubridad.

“En el envoltorio de la harina mantenemos el color verde porque es un producto ecológico y natural”, indicó.

Roque Ortiz, por su parte, expresó que trabajar en familia es lo más importante porque llena de satisfacción y uno se siente realizado. Agregó que procuran mejorar la calidad del producto cada día para satisfacer a la clientela.

“La idea fue de la mamá de mi señora doña Bernardina Verón de Alvarenga. Empezamos en forma artesanal y ahora hemos crecido, siendo toda una industria”, expresó.

Con relación a la materia prima indicó que tiene el proveedor de maíz de Alto Paraná. “Nos aseguramos que el producto sea de calidad”, comentó.

La harina de maíz Doña Nidia es de reconocida calidad en este distrito y demás localidades.