FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). La Municipalidad de esta ciudad ya trasladó la artesanía indígena que estaba en su centro cultural al Centro de Interpretación del Gran Chaco (CIGC) para que su personal pueda atender también a los visitantes. La ministra de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), Sofía Montiel, expresó que con la habilitación del espacio el objetivo principal es impulsar el crecimiento turístico de la zona.
“Estamos seguros de que este centro se convertirá en un gran atractivo para que visitantes de todo el país y del exterior lleguen al Chaco, a conocer la amplia biodiversidad y las ricas culturas de la zona”, expresó.
Indicó que la cartera estatal capacitará a informadores turísticos locales y en unos meses más, a partir de la Fase 4 de la cuarentena se podrá recibir visitantes internos, en pequeños grupos. “El turismo interno tiene una brillante oportunidad ahora y este va a ser un gran atractivo, para que los paraguayos, mientras las fronteras estén cerradas, tengan esto como opción para visitar. Cuando las fronteras estén abiertas, nuestra campaña internacional va a tener un fuerte sentido de promoción de turistas hacia el Chaco”, añadió.
El centro expone paneles informativos, esculturas, objetos, fotos y videos sobre animales, plantas, personajes, cruce de culturas, la Guerra del Chaco y la sostenibilidad (futuro) del Chaco. Algunas imágenes son tridimensionales para dar un efecto especial al visitante.
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La museología, a cargo de la empresa española Avanzia por G. 3.728 millones, ofrece una buena presentación visual, pero necesita ser enriquecida en varios aspectos, por ejemplo, con más mensajes de protagonistas locales.
Da un amplio espacio sobre la inmigración menonita y desarrollo del Chaco Central, pero habla poco de los protagonistas silenciosos de aquella época, el pueblo enhlet, en cuyo hábitat los menonitas se asentaron en los años 1927, 1930 y 1947, sin ser molestados ni atacados por ellos, recibiendo incluso los primeros consejos de cómo moverse en el inhóspito “infierno verde”.
El espacio también cuenta con un auditorio para 100 personas, sala didáctica, jardín de cactus, espacios de descanso, estacionamiento y baños.
