–¿Tiene el Departamento a su cargo realizada alguna evaluación técnica de las causas de la situación y sus posibles consecuencias en la estructura del monumento?
–Contamos con varios diagnósticos al respecto. A propósito, le transcribo parte del informe de expertos del IILA (Instituto Ítalo-Latinoamericano). La misión se desarrolló en mayo de 2012 a pedido de la Senatur.
La piedra con la cual se erigió el sitio es una arenisca porosa bastante sensible al agua y a la fuerte humedad de la zona. Por tanto, la principal causa del deterioro es el agua de lluvia que penetra por las partes superiores de los muros sin protección, facilitando el desarrollo de la colonización biológica: líquenes, como asociaciones de algas y hongos, musgos y por tanto de plantas.
La presencia en los muros y el suelo, en las zonas en sombra, de líquenes y de musgos es, entonces, debido al agua retenida de lluvia y a la humedad. Generalmente, no causa graves daños a la superficie, pero puede producir una imagen antiestética por la lectura no homogénea de la misma. Esta no homogeneidad, si no dificulta la correcta lectura, se puede considerar como una parte integrante de la obra.
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Para el mantenimiento se utiliza como material de consulta el Manual Básico de Conservación para las Misiones Jesuíticas Guaraníes, realizado en el año 2009 por WMF (World Monument Fund) y Unesco.
–¿Existe algún plan para remover esa materia orgánica que cubre la estructura?
–La única forma de combatir eso, que es del todo natural en una edificación que no tiene techo, es el mantenimiento constante (entiéndase el retiro manual de la colonización biológica), pero en los periodos de lluvia (por lo general, invernales) la presencia de este biofilm aumenta considerablemente. La solución, digamos definitiva, sería techar toda la misión, opción que sería muy poco compartida por la opinión pública a nivel mundial ya que significaría la pérdida de la lectura del monumento alterando totalmente su morfología y lo que la hace única.
–¿Tiene la Senatur recursos económicos para ejecutar un plan de remoción de la materia orgánica? ¿Cuánto dinero puede costar?
–Los recursos nunca son suficientes. Existe un plan de manejo del sitio en que se consideran mantenimientos periódicos. En el período de lluvias el personal no da abasto, el sitio es realmente grande, la renovación de la vegetación es sumamente rápida. Cabe señalar que en el verano esta colonización biológica tiende a desaparecer o disminuir de manera significativa.
La experiencia demuestra que las campañas de limpieza de materia biológica no han dado resultados óptimos, ya que apenas uno termina de hacerla, la colonización vuelve a comenzar.
El uso de químicos fuertes ciertamente podría ayudar a combatirlos, pero los protocolos de intervención de sitios patrimoniales tampoco aprueban el uso de estos, ya que pueden terminar siendo nocivos para el monumento.
–¿En qué año se realizó la última intervención consistente en la limpieza la materia verde de las piedras? ¿Qué institución o empresa tuvo a su cargo la tarea y qué tipo de elementos fueron empleados?
–La última intervención realmente grande en el monumento se realizó entre los años 1980 y 1992 por parte de la entonces Dirección General de Turismo, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Fueron utilizados algunos productos químicos, tales como el Paraloid, el cual fue bastante objetado por la opinión técnica especializada.
–¿La Senatur tiene potestad para intervenir en forma directa o requiere autorización o dar participación a algún otro organismo nacional o internacional?
–La Senatur tiene potestad para hacer mantenimiento periódico del sitio (cortar el césped, fumigación inocua, retiro mecánico de biofilm, siempre y cuando no tenga raíces incrustadas), no así intervenciones físicas en el monumento, que requieren de la autorización de la Secretaría Nacional de Cultura a nivel nacional, y para intervenciones de envergadura, debería contar con el acuerdo de la Unesco.
–¿Existe un plan de mantenimiento regular del patrimonio histórico? ¿En qué consiste? ¿Tienen recursos suficientes para dicho mantenimiento?
–Sí, existe un plan de mantenimiento regular del sitio. Repito que los recursos nunca son suficientes; siempre se necesitan más recursos, más aún considerando las dimensiones del sitio. La Senatur tiene un presupuesto asignado al monumento para el mantenimiento periódico, no así para situaciones que exceden lo habitual (cambio climático, etc.). En ese caso, la Senatur prepara un proyecto con la consecuente búsqueda de recursos externos de financiamiento aunque no siempre es posible obtenerlos.
–¿Cuáles fueron las últimas intervenciones en las Reducciones de Trinidad tendientes a la preservación del patrimonio? ¿En qué consistieron?
–La última intervención realmente grande en el monumento se realizó entre los años 1980 y 1992 por parte de la entonces Dirección General de Turismo, dependiente del MOPC, e involucró a la totalidad del conjunto en ocasión del V Centenario del descubrimiento de América.
En el año 2005 se realizó la restauración de un arco en la Casa de Indios N° 8, sondeos de fundación en la misma casa, estudio de suelo junto con prospecciones arqueológicas parciales con el apoyo de la World Monument Fund.
En el año 2009 se realizó el proyecto de Recorrido Cultural de Luces, Sonido e Imágenes, que contribuyó a la puesta en valor del sitio. También se ha trabajado y se trabaja en la catalogación de los bienes muebles, como también en la creación de museos de sitio. Al respecto, cabe destacar que la mayor parte de los fondos internacionales tienen líneas de financiamiento para temas específicos y, por lo general, la restauración no está entre ellos.
Actualmente, la Senatur, en el marco del Plan de Manejo de la Misión de Trinidad, está llevando adelante, junto con la Secretaría Nacional de Cultura, un proyecto que contempla acciones físicas de conservación para las cuales hará una campaña de búsqueda de financiamiento local e internacional.
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