Según relató la mujer, al sentir que el nacimiento estaba en curso le pidió al conductor del biciclo que detuviera la marcha y de inmediato se acostó en la vereda de un exsurtidor. Fue auxiliada por dos señoras que pasaban por el lugar y minutos después nació una hermosa bebé.
Algunas personas comentaron que la recién nacida es una “verdadera fronteriza” por el lugar en que ocurrió el alumbramiento. Vecinos le ofrecieron mantas y avisaron a bomberos que se encargaron de llevar a madre e hija a un hospital de Ponta Porã.
