LIMA (AFP). “Comunico mi decisión de renunciar de manera irrevocable al cargo de Segunda Vicepresidenta Constitucional de la República” y “cumplo con declinar el encargo conferido” por el Congreso de sustituir a Vizcarra, escribió Aráoz en una carta al jefe del Legislativo, Pedro Olaechea, que ella difundió en su cuenta de Twitter.
Además, agregó en la red social que esperaba que su renuncia condujera al adelantamiento de las elecciones generales (presidenciales y legislativas), una propuesta de Vizcarra formalmente rechazada por el Congreso la semana pasada y a la que ella misma se oponía.
Pese a la crisis política, todas las actividades se desarrollaban normalmente en el país.
Aráoz, quien se alió con sus antiguos adversarios fujimoristas para enfrentar las iniciativas del presidente, decidió renunciar luego de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) rechazara involucrarse en la disputa de poderes en Perú.
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La OEA dijo este martes que competía al Tribunal Constitucional de Perú pronunciarse sobre “la legalidad y legitimidad” de la disolución del Congreso. Además, consideró “constructivo” que Vizcarra convocara a comicios legislativos para el próximo 26 de enero.
Una disputa con el Parlamento sobre la designación de magistrados del Tribunal Constitucional condujo a Vizcarra a disolverlo.
Lima ha permanecido tranquila. Lo único inusual era la fuerte vigilancia policial en el Palacio de Gobierno y el Congreso.
Tras la disolución del Congreso, varias manifestaciones coloridas y bulliciosas se celebraron en todo el país en respaldo a Vizcarra. En cambio, nadie salió a las calles a apoyar al Congreso, cuya actuación es rechazada por casi el 90% de la ciudadanía, según sondeos.
