Rompecabezas político en España para formar un nuevo gobierno

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MADRID (AFP). La victoria de los socialistas pero con menos diputados, el hundimiento del centro liberal y el salto de la extrema derecha de Vox complican aún más la formación de gobierno en España tras las elecciones legislativas del domingo.

El Parlamento surgido de las legislativas está sumamente fragmentado, con cinco grandes partidos de ámbito nacional, y un total de 16 formaciones políticas en total.

Y sobre todo: ni el bloque de socialistas y filocomunistas (que se entienden en varios puntos) ni el de conservadores y liberales (que a su vez comparten algunas posiciones) tiene la mayoría absoluta, fijada en 176 diputados en la Cámara Baja, que suma 350.

Los resultados se cobraron ayer una primera víctima, con la dimisión de Albert Rivera, líder del partido Ciudadanos (liberal), después de descalabrarse de 57 escaños a sólo 10.

De modo que formar gobierno “va a ser más difícil que en el pasado”, lanza Joan Botella, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona.

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“Todos los partidos tienen un rival a su izquierda, y otro rival a su derecha, y eso les bloquea sus opciones estratégicas”, añade.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente Pedro Sánchez logró una victoria agridulce, ya que consiguió 120 diputados, pero perdió 3 con respecto a las legislativas de abril, cuando ganó también sin mayoría absoluta.

El que había sido su “socio preferente”, la agrupación filocomunista Podemos, bajó de 42 a 35.

La principal formación de oposición, el Partido Popular (PP, conservador), subió hasta los 88 diputados, pero tiene un potente competidor: Vox (también conservador), tercera fuerza política con 52 escaños, que logró el apoyo de 3,6 millones de electores, un millón más que en abril, cuando había logrado 24 diputados.

Un alto referente del PSOE declaró que no buscarían un acercamiento con los conservadores, lo que traza una vía muy estrecha para negociar.

Para lograr la mayoría absoluta en una futura investidura de su líder, los socialistas tendrían que contar entonces con formaciones filocomunistas, y nacionalistas radicales.

En la breve legislatura anterior, el PSOE y Podemos fracasaron en su intento de acordar un gobierno de coalición.