LA PAZ (EFE, AFP). Los cocaleros de Cochabamba, el feudo sindical y político de Morales, acordaron mantener los bloqueos en una reunión en la ciudad de Sacaba, a pesar de los acuerdos avanzados entre las autoridades y otros sectores, como el propio partido del exgobernante.
Asimismo, ya desde antes de la dimisión a la presidencia de Morales, la poderosa Central Obrera Boliviana, así como otros grupos de obreros y campesinos le retiraron su apoyo al exmandatario, que renunció tras confirmarse el fraude electoral cometido el 20 de octubre pasado, buscando mantenerse en el poder.
Precisamente, ese distanciamiento de su base política principal, aisló a Morales, que solo quedó con la lealtad de parte de la dirigencia de su partido MAS (Movimiento Al Socialismo) y de los cocaleros.
Bloqueos y agresiones
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En un tramo de la carretera que va desde Cochabamba hacia Oruro, en el altiplano, los bloqueadores apedrearon autobuses y otros vehículos que intentaban pasar, según fotografías y videos mostrados por varios medios cochabambinos como el diario Los Tiempos.
“Unas 50 personas apedrearon los vehículos y a los pasajeros de algunas flotas”, dijo a los medios el subcomandante de la Policía en Cochabamba, Franz Celis.
El jefe policial pidió “comprensión” y “tolerancia” a los radicales, y expresó su confianza en que cesen los bloqueos, teniendo en cuenta los acuerdos y compromisos avanzados entre los sectores políticos.
Ultras
Los cocaleros de Cochabamba son la principal organización social que sustenta al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, quien durante sus casi catorce años como presidente conservó su puesto como máximo líder de este sector.
Precisamente en ese espacio Morales inició su trayectoria sindical y política que le llevó al poder.
El Gobierno interino de Bolivia mantiene una mesa de diálogo para pacificar el país, que incluye a organizaciones afines a Morales con las que este pasado fin de semana se acordó levantar bloqueos que llevaban días impidiendo el paso en carreteras del país y llamar a elecciones.
Lenta vuelta a la normalidad
El tráfico urbano en las principales ciudades bolivianas, principalmente La Paz, afectada por los bloques, se ha reanudado así como el abastecimiento de combustible y mercaderías.
Los mercados populares de comestibles paulatinamente se van abasteciendo, mientras la banca y el comercio han reanudado plenamente su funcionamiento.
Los restaurantes, que durante los días de conflicto estaban cerrados, han abierto nuevamente al público.
