WASHINGTON (AFP). El Presidente “estaba dispuesto a comprometer” la seguridad de Estados Unidos para su beneficio personal, alegó el jefe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el demócrata Jerry Nadler, en el inicio de la audiencia para discutir el marco constitucional del proceso de destitución.
Los republicanos denunciaron una “farsa” creada por los demócratas.
“Esto no es un juicio político” sino “una pérdida de tiempo”, dijo el congresista Doug Collins.
La acusación corresponde a la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen mayoría, pero el juicio en sí mismo, si llega a materializarse, se decide en el Senado, donde los republicanos son mayoritarios, lo que hace prever que todo este proceso acabaría en la nada.
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El caso
Trump mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Ucrania en juno pasado, donde le consultó a su colega si en su país se investigaría por corrupción a Joe Biden, que será su rival demócrata en las presidenciales de 2020.
Biden fue enviado por el expresidente Barack Obama, de quien era su vicepresidente a Ucrania, tras la toma de Crimea por parte de Rusia.
Biden ejerció una gran influencia en el país, incluso presionando para el cambio de un fiscal general, según él mismo se ufanó luego.
Su hijo, Hunter fue nombrado directivo en la mayor empresa gasífera, que contrataba con el gobierno, y que luego fue investigada por corrupción.
Tras esa llamada, los demócratas acusaron a Trump por el ataque contra su precandidato mejor ubicado en las encuestas, e iniciaron el proceso para este juicio político.
El Mandatario asegura haber estado en su derecho pero la oposición demócrata, mayoritaria en la Cámara Baja, está convencida de que hubo abuso de poder para favorecer su campaña a la reelección.
Audiencias
El comité investigador, de mayoría demócrata, afirmó que Trump había “puesto sus intereses personales y políticos por encima de los intereses nacionales, intentado socavar la integridad del proceso electoral estadounidense y puesto en peligro la seguridad nacional”.
Trump calificó el informe como una “broma”.
Sobre la base de este informe de investigación, cuatro juristas –tres elegidos por los demócratas y uno por los republicanos– determinarán si las acusaciones tienen sustento constitucional.
