La relación con China, clave en los comicios de Taiwán

Este artículo tiene 5 años de antigüedad
ELECCIÓN PRESIDENCIAL EN TAIWÁN
ELECCIÓN PRESIDENCIAL EN TAIWÁNgentileza

TAIPÉI (AFP, EFE). La República de China (Taiwán) celebra hoy elecciones presidenciales, claves para su relación futura con la República Popular de China (comunista) que reclama soberanía sobre Taipéi.

Pekín, el mayor socio comercial de la isla, considera a Taiwán como una de sus provincias y juró retomar su control algún día, por la fuerza si es necesario.

La presidenta Tsai Ing Wen, candidata a la reelección, se presenta como garante de los valores democráticos frente al autoritarismo de China.

Su principal adversario, Han Kuo yu, se centra en las buenas relaciones con Pekín, destacando los beneficios económicos que podría reportar a la isla.

Al margen de la popularidad de los candidatos o de sus promesas para impulsar el crecimiento económico, los taiwaneses deberán elegir en unos comicios que definirán su futuro inmediato y que, como en ocasiones anteriores, están marcados por las posturas que adopten los líderes electos respecto a China.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Las elecciones vienen marcadas por un año, 2019, en el que Taiwán siguió perdiendo aliados diplomáticos en favor de una China ascendente.

Pero salvo sorpresa, Tsai Ing-wen, revalidará su cargo de mano del Partido Democrático Progresista (PDP), de acuerdo con las encuestas, que sin embargo cuestionan si obtendrá una amplia mayoría.

Su independentismo, aunque moderado, llevó a Tsai a dinamitar durante su primer mandato la política de acercamiento a Pekín que llevó a cabo su predecesor, el ahora opositor Kuomintang (KMT).

Un desencuentro que comenzó cuando la presidenta se desmarcó del llamado “principio de una sola China”, refrendado por el KMT, que evita que se reconozca a Taiwán como un Estado independiente al reconocer que sólo hay un país llamado China.

Pekín ha intentado lidiar con Tsai con su tradicional estrategia del “palo y la zanahoria”, consistente en ofrecer atractivas medidas orientadas a multiplicar los vínculos económicos y culturales entre los dos lados mientras incide en su idea de la “reunificación”.

Así, el presidente chino, Xi Jinping, se negó a descartar el uso de la fuerza el año pasado, y recordó en varias ocasiones que no tolerará ningún intento secesionista.