CARACAS (EFE). El Gobierno de EE.UU. impuso en 2017 sanciones a Tareck El Aissami, al que acusó de “desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos” y fue incluido el pasado 26 de marzo en la lista de los 15 dirigentes venezolanos, incluido Maduro, a los que Estados Unidos acusa de narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo.
Maduro encomendó a El Aissami la reestructuración y reorganización del Ministerio del Petróleo para “adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad energética” del país y “proteger la industria ante la agresión multiforme externa e interna”.
La industria petrolera, principal fuente de divisas para la economía venezolana, está en el medio de la disputa política entre el chavismo gobernante y la oposición.
Maduro también nombra como presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) y de su junta directiva a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido presidente Hugo Chávez y que ya fue responsable de Citgo, filial de la compañía en EE.UU. También fue ministro del Petróleo entre 2014 y 2016.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El responsable tanto del Ministerio como de la Presidencia de PDVSA era uno de los generales de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, el mayor general Manuel Quevedo.
PDVSA, en emergencia
Los cambios en la cúpula de la estatal petrolera se produjeron después de que el pasado 19 de febrero Maduro declarase la emergencia de PDVSA y designara al vicepresidente económico, Tarek el Aissami, al frente de una comisión para reestructurar la industria.
La comisión, indicó entonces el dictador venezolano, también estará integrada por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y su número dos, Remigio Ceballos, para que sumen “todo el poder” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y “además garantizar la seguridad de todas las instalaciones con un plan nuevo”.
Maduro está rodeado de algunos de los militares del círculo íntimo del fallecido expresidente Hugo Chávez, quien dio a los militares amplio poder político y económico, asegurándose su lealtad, que hasta ahora continúa hacia el régimen, para asegurar la pervivencia del chavismo en el poder.
