Datos oficiales no son fiables en la Argentina

Este artículo tiene 12 años de antigüedad

El Washington Post sostuvo que la Argentina “perdió credibilidad” por las metodologías para manejar las estadísticas económicas que instituyó el presidente argentino Néstor Kirchner en 2007, tras la declaración de censura emitida por el FMI contra ese país por sus “insuficientes progresos” en mejorar la “falta de precisión” de sus estadísticas oficiales.

El Wall Street Journal, por su parte, subrayó que si bien “el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner niega las acusaciones de que el Indec falsifica las cifras, ha tratado enérgicamente de silenciar las proyecciones de inflación del sector privado con multas y, en algunos casos, acusaciones criminales contra varios economistas”.

“El Directorio Ejecutivo (del Fondo Monetario Internacional) insta a Argentina a adoptar las medidas para remediar la falta de precisión de sus datos estadísticos sin más retraso antes del 29 de setiembre”, indicó el FMI.

De esta forma, Argentina tiene ocho meses para ponerse al día con sus estadísticas sobre inflación.

Desde 2008, el Fondo ha venido advirtiendo en su informe bianual de “Perspectivas Económicas Mundiales” que los datos ofrecidos por las autoridades argentinas diferían notablemente de los calculados por analistas independientes, por lo que siempre añadía un pie de página en el que remarcaba la diferencia y planteaba dudas al respecto.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Durante los últimos años, Buenos Aires y el FMI han mantenido el diálogo abierto para mejorar el sistema de medición de los indicadores estadísticos.

Sin embargo, y pese a las palabras de cortesía, este trabajo ha arrojado “progresos insuficientes”, de acuerdo con la nota divulgada por el Fondo.

Según las cifras oficiales, la inflación en Argentina en 2012 cerró en un 10,8%, mientras que las consultoras privadas sitúan la subida de precios en un 25,6%.

En noviembre, Lagarde deberá enviar un nuevo reporte al Directorio Ejecutivo del organismo para informar acerca de la situación de las estadísticas argentinas, y de no ser positivo, acercaría a Argentina a la “expulsión” del organismo.