Desconocen aún causa de la avería del carguero espacial descontrolado

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El Gobierno ruso reconoció este viernes que aún desconocía las causas de la avería en el carguero espacial Progress, que no lleva tripulantes a bordo, lanzado el martes pasado con destino a la Estación Espacial Internacional y que se precipita ahora hacia la Tierra sin que se sepa exactamente cuándo ni dónde caerán sus restos.

MOSCÚ (EFE). “Si tuviéramos en nuestras manos algo material, podríamos determinar qué es lo que ocurrió. Por el momento, nadie tiene versiones significativas. Es muy extraño. Démosles tiempo a los expertos”, dijo Dmitri Rogozin, vice primer ministro ruso, a medios locales.

Rogozin, quien presidió el viernes una reunión especial sobre este asunto, destacó que “las causas del fallo deben ser establecidas en detalle” para reducir al máximo los riesgos para la fiabilidad de los aparatos espaciales rusos.

Además, subrayó que el primer fallo en la historia de los Progress no influirá en el lanzamiento de naves tripuladas Soyuz y descartó, por el momento, posibles destituciones en las filas de la agencia espacial rusa, Roscosmos

Las Progress, que se emplean desde hace 35 años, es uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora habían sufrido un solo accidente, en agosto de 2011, provocado por un fallo del cohete portador.

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El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero, lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), después de que este quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra debido a que no se desplegaron todas sus antenas.

Caída y desintegración

Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional cerca de 2,5 toneladas de suministros –combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos–, han sido hasta ahora infructuosos.

En cuanto a su caída sobre nuestro planeta, esta podría producirse la próxima semana, entre el día 5 y 7 de mayo, según la corporación Energuia, fabricante de los cargueros, que precisó que muy probablemente casi todos sus elementos de la nave se desintegrarán en las capas densas en la atmósfera.

“Como regla, se queman en las capas densas de la atmósfera, a unos 60 kilómetros de altura”, explicó el jefe del programa de vuelos del segmento ruso de la EEI, Vladímir Soloviov.

“Pronosticar con exactitud la fecha y lugar donde caerán los fragmentos del Progress que no se desintegren en la capas densas de la atmósfera solo será posible unas horas antes de que esto ocurra”, dijo a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti una fuente del sector aeroespacial.

La misma fuente añadió que la velocidad del descenso dependerá del estado de la atmósfera y del viento solar, pero recalcó que “en las últimas veinticuatro horas la nave de carga ya ha perdido decenas de metros de altitud”.