Ante la falta de acuerdo, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, inició la primera ronda de consultas con el fin de designar al nuevo primer ministro tras el complejo resultado de las elecciones de marzo en las que ningún partido obtuvo la mayoría parlamentaria necesaria para dirigir el país.
Mattarella, árbitro de la situación, recibirá a los representantes de los partidos políticos entre ellos la formación M5E, encabezada por su líder Di Maio, quien reclama el cargo como representante del mayor partido del país.
La coalición de derecha, formada por la xenófoba Liga Norte, dirigida por Matteo Salvini, será recibida en forma separada.
“Estamos dispuestos a hablar con todos, pero no a depender de nadie”, suele repetir Salvini, quien no reivindica el cargo de primer ministro para él.
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El que sí pedirá a Mattarella que lo designe primer ministro es Di Maio. Este joven líder de los desobedientes ya tiene un borrador con la ley de presupuestos de su gobierno, que inclusive respeta las exigencias de la Unión Europea y con el que quiere convencer a las demás fuerzas de que lo apoyen.