LA PAZ (AFP, EFE). Según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) al 72% del cómputo, el “no” a la propuesta oficialista de reformar la Constitución para permitir otra reelección de Morales tiene un apoyo del 56,5%, frente al “sí”, que obtiene un 43,2%.
El Órgano Electoral señaló que recién tendrá el resultado irreversible dentro de 24 a 48 horas.
De confirmarse esta tendencia, que los sondeos extraoficiales también la apuntan, sería una gran derrota en un referendo de reforma constitucional que el propio mandatario convirtió en un plebiscito sobre su gobierno.
Antes de la votación, había afirmado que “sería un día histórico que por primera vez con el voto del pueblo se modifique la Constitución, y saber si me quieren o no”.
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El Gobierno aseguró luego de conocerse las proyecciones que había un “empate técnico” y que esos resultados variarían con la llegada de los votos de áreas rurales y del extranjero. El voto duro de Morales está en el área rural.
Por su parte, el líder opositor Samuel Doria Medina reaccionó en su cuenta de Twitter afirmando: “NO hay base para NO reconocer victoria del NO; le pidieron al pueblo que decida, y decidió; respeten resultado” .
“¡Bolivia dijo no!”, proclamó el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, líder de un sector de la oposición, mientras el excandidato presidencial Samuel Doria Medina estimó: “Hemos recuperado la democracia y hemos recuperado el derecho a elegir”.
De confirmarse oficialmente, esta derrota obligaría a Morales a dejar la banda presidencial a inicios de 2020, cuando termine su tercer mandato.
En 2015 el partido oficialista ya perdió plazas clave en los comicios municipales.
Corrupción
En las últimas semanas la situación se complicó para el Mandatario de 56 años, quien se ha visto afectado por un escándalo de presunto tráfico de influencias en favor de la empresa china CAMC, en la que su expareja Gabriela Zapata trabaja como gerente comercial.
La firma logró contratos públicos por unos 560 millones de dólares y el caso es investigado en el Congreso. Morales rechazó las acusaciones.
En adelante, analistas consideran que Morales deberá enfocarse en el Gobierno, hasta que deje su actual mandato en 2020, mientras se esfuerza por mantener la cohesión en su partido el Movimiento Al Socialismo (MAS), conformado por un conglomerado de organizaciones que pueden sentir debilitado el poder de su líder.
“Es probable que estos resultados ocasionen pugnas internas para sustituirlo, lo que podría perjudicar las intenciones del MAS de colocar un candidato en 2019 e incluso de que Morales vuelva a postularse después”, dijo el analista político Andrés Torres.
Por su parte, “las fuerzas de la oposición son fuerzas dispersas, no tienen un candidato, no son un actor homogéneo que tiene una sola estrategia política”, remarcó el analista Jorge Komadina.