Los militares, que se presume son rusos, realizaron disparos intimidatorios en dirección a los ucranianos, quienes no dejaron de avanzar.
Tras unos momentos de tensión, en los que los ocupantes siguen disparando, uno de los militares ucranianos, señalando a la bandera roja de la URSS, les grita: “¿Van a dispararle a la bandera soviética?”.
En ese momento, el coronel ucraniano Yuri Mamchur, comandante de la base, se adelantó y comienzan negociaciones entre las dos partes y, como resultado, permitieron que una decena de los ucranianos ocuparan sus posiciones de trabajo y realizaran patrullas conjuntas.