El presunto feminicida Rafael Villalba (45) escapó de la vivienda ubicada en Ykua Cristal de la compañía Villa Madrid de la ciudad de Limpio, tras asesinar a su expareja de siete puñaladas, frente a sus ocho hijos, todos menores de edad, en la noche del sábado último.
En el momento en que el hombre comenzó a atacar con el arma a la mujer, algunos de los niños salieron corriendo en busca de auxilio a la vivienda de sus abuelos ubicada a unos metros del lugar. Cuando los familiares de la víctima llegaron a la casa vieron que el criminal salía del sitio con la ropa totalmente ensangrentada.
Es más, uno de los hermanos de Romina intentó detenerlo, pero Villalba era más ágil y fuerte y terminó dejándolo medio inconsciente en el suelo, en tanto que los demás se agolparon sobre la víctima, a quien intentaron socorrer con los escasos medios con que contaban.
Tras el pedido de socorro, miembros del cuerpo de bomberos voluntarios de la ciudad llegaron hasta la casa y trasladaron a la herida hasta el Centro de Salud, donde finalmente los médicos de guardia confirmaron que Romina había expirado a causa de las graves lesiones que sufrió en varias partes del cuerpo, indicaron.
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Inmediatamente, se ordenó la captura del presunto asesino, quien aparentemente logró huir hacia el interior, donde estaría escondido al amparo de algunos familiares, señalaron. De acuerdo con los investigadores, la relación entre Romina y Villalba se terminó meses atrás por la terrible agresividad del hombre, quien hasta fue encarcelado por hecho.
Sin embargo, Villalba recuperó la libertad con varias medidas restrictivas y una de ellas era que nunca más debía acercarse a la víctima. Pero el hombre sentía una especie obsesión por la joven y siempre la estaba vigilando, la seguía y hasta averiguaba sobre sus movimientos, según explicaron los allegados. Finalmente, en la noche del sábado Villalba regresó a la casa y tras una breve discusión eliminó a la mujer y luego huyó.