“Exactamente un mes atrás se renovó contrato con la citada firma para acondicionar los equipos que dejaron de funcionar, algunos por la inclemencia del tiempo, el mal uso de la personas o porque directamente eran usados como mingitorio”, explicó ayer el Director del Sistema 911, comisario general Oscar Pereira.
En el 2015 se instalaron 20 de estos elementos en puntos clave de la capital, y otros 10 en la ciudad de Encarnación. El objetivo era que las personas que se vieran en apuros por hechos delictivos pudieran tener una comunicación rápida y directa con el centro de emergencias Sistema 911 de la Policía Nacional.
En los últimos siete meses, la veintena de botones han recibido solo 2.832 “toques”. De esa cantidad, solo un 12% fueron auténticas emergencias. La mayoría de los “toques” corresponden a avisos de broma, de niños que juegan o gente que pide información.
La instalación de los botones de pánico con todos sus accesorios costó unos G. 11.000 millones al Estado, informaron las fuentes.
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