En 2004 ya sabían dónde estaban los secuestradores, pero no hicieron nada

Lohrmann, apodado “El Ruso”, y Maidana, conocido como “Potrillo”, se encuentran detenidos en Portugal desde el 16 de noviembre de 2016, cuando fueron sorprendidos por la Policía local al perpetrar un asalto callejero, aunque en realidad ambos ya venían siendo rastreados en el país europeo desde hace varios meses, luego de que se detectaran constantes envíos de dinero que Maidana hacía a una hermana que vive en Buenos Aires, Argentina.

Pero la identidad real de los dos delincuentes recién fue confirmada el vieres último, cuando la noticia ganó amplia difusión y motivó que el propio Gobierno argentino también ya iniciara los trámites de extradición, ya que en el país vecino eran buscados igualmente por una serie de secuestros y homicidios.

Ambos criminales internacionales, a la vez, fueron los líderes de la banda que entre los años 2003 y 2004 recaudó casi 500.000 dólares en efectivo en Paraguay, con los secuestros de Mariángela Martínez, María Mercedes Elizeche y Sebastián Llano.

Además, la gavilla cobró en la misma época otros 277.400 dólares por el joven argentino Christians Eduardo Schaerer Gómez, en aquel entonces de 21 años.

Este fue capturado el 21 de setiembre de 2003 en Corrientes, Argentina, a 350 kilómetros de Asunción, pero su rescate se pagó el 6 de noviembre de ese mismo año en Ciudad del Este, Paraguay.

Pese a la entrega del dinero, Christians nunca apareció, lo que lleva a pensar que fue asesinado y enterrado por sus captores.

Su padre, el empresario Juan Pedro Schaerer, quien vive en Paraguay desde hace casi 20 años y negoció desde nuestro país con los criminales, reveló a ABC Color un detalle inédito del caso de su desaparecido hijo.

Un envío de dinero

Schaerer contó que el 10 de mayo de 2004, cuando su hijo aparentemente seguía vivo y en cautiverio en la zona de Edelira, departamento de Itapúa, recibió una información certera de que los dos principales secuestradores, Rodolfo José Lohrmann y José Horacio Maidana, acababan de instalarse en la ciudad de Oporto, en Portugal, donde efectivamente cayeron detenidos hace tres meses.

La pista que ayudó a localizar a los delincuentes en el país europeo, ya en el año 2004, fue justamente el hallazgo de un código numérico de un envío de dinero que Maidana le hizo a través de Western Union a una hermana que vive en Buenos Aires y quien, aparentemente, era la encargada de hacer llegar la plata también a los familiares de su cómplice Lohrmann. Los dígitos fueron encontrados en un allanamiento en busca de Christians, en 2004, en la frontera entre Paraguay y Argentina.

La familia Schaerer está más segura que nunca que los secuestradores estuvieron escondidos desde ese momento en Portugal.