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Al amanecer de ayer, una veintena de oficiales del departamento Antinarcóticos de la Policía irrumpió en la colonia indígena, donde procedió a la destrucción de los cultivos, distribuidos en dos parcelas.
De acuerdo a los uniformados, productores de la zona financiados por narcotraficantes brasileños alquilaron las tierras de los nativos para la producción a gran escala de la droga.
Esta misma situación se repite en las diversas colonias indígenas de la zona, explicaron los agentes.
Efectivos de la misma unidad policial también participaron el martes último de la destrucción 97 hectáreas de marihuana, que estaban instaladas en la localidad de Capitán Bado, departamento de Amambay, frontera con el Brasil, según informaron.