Como autores materiales del horrible crimen, que en aquel entonces sacudió a todo el Chaco Central, fueron identificados los sicarios Juan Gregorio Garay (48) e Isidro Borges Cabrera (26), encontrados culpables y condenados el 4 de junio 2013 a 25 años de pena privativa de libertad.
De acuerdo con los investigadores, cobraron la suma aproximada de 80 millones de guaraníes para llevar a cabo el hecho.
El ganadero Bernhard Harder es acusado en este mismo caso de homicidio doloso desde el año 2011, pero hasta ahora logró con incidentes postergar su juicio oral.
La última fecha marcada para un juicio oral y público para tratar la supuesta autoría moral de Harder, en el caso del homicidio de la pareja de ancianos, fue el 20 de marzo de este año. La diligencia quedó suspendida nuevamente por una recusación que presentó el ganadero contra los miembros del Tribunal de Sentencia de Boquerón.
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Condenado en junio de 2012
Bernhard Harder fue condenado a 21 años de pena privativa de libertad por el asesinato de su esposa Margarita Dyck de Harder (38), quien fue encontrada ahogada en el borde de un tanque australiano de su estancia, donde ambos residían, el 1 de septiembre de 2008.
Para acelerar el juicio y la condena en este caso, los padres de la víctima Peter Dyck Braun y Erika Fensky de Dyck habían presentado una querella adhesiva contra su yerno, lo que aparentemente pagaron con su vida.
Según el abogado de la parte querellante, Carlos Sánchez, ya han transcurrido ocho años y ocho meses de la comisión del hecho punible a la pareja de ancianos, siete años y cinco meses desde el acta de imputación e inicio de la etapa investigativa, seis años y siete meses desde la fecha de acusación por el Ministerio Público, cuatro años y nueve meses desde que la presente causa se elevó a julio oral y público el 11 de junio 2014 “sin que a la fecha aun se haya podido realizar la audiencia de juzgamiento del acusado en autos, por los incidentes y dilaciones que los abogados de la defensa plantearon en el juicio, lo que siguen realizando a la fecha”.
Mientras, en Neuland la población sigue esperando ansiosa que este caso llegue a una conclusión y condena, tras tantos años de espera, incertidumbre y dolor.