Ayer se recordó con una misa en la Catedral Metropolitana el cuarto aniversario de la visita del papa Francisco a nuestro país, que tuvo lugar el 10, 11 y 12 de julio del año 2015.
Para este momento especial se contó con la presencia del cardenal brasileño João Braz de Aviz, enviado especial del Vaticano, prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada, quien luego de presidir la misa retornó de inmediato al Brasil ante la noticia del fallecimiento de su hermana menor de 57 años, quien ya estaba en estado delicado, según comentó.
El mensaje principal de su homilía ante la presencia de numerosos religiosos fue la de transitar un camino de unidad, renovación, apertura y diversidad.
“Debemos continuar caminando, escuchando al Señor y estando más próximos a nuestra gente, sumando nuestras diversidades, abiertos a una verdadera renovación de vida consagrada. Todos debemos dar nuestro amor y contención. La comunión fraterna de nuestras diversidades tiene que aparecer como una línea fuerte de la Iglesia, para poder crear un ambiente de confianza y de apertura. La comunidad es llamada a formar un cuerpo unido”, resaltó.
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Las palabras del Papa
Como parte de la misa, se enunciaron algunos mensajes que dejó el papa Francisco en nuestro país cuatro años atrás, para que la feligresía vuelva a recordar sus palabras.
Dijo el Papa: “El pastor para buscar y encontrarse con el señor debe aprender a escuchar los latidos de su cuerpo”... “Respeten al pobre y no los usen como objetos para lavar las culpas; el desarrollo económico debe tener rostro humano; la corrupción es la polilla y la gangrena de un pueblo”... “Como el campanario de esta catedral que fue rehecho varias veces, como su firmeza y los sonidos de sus campanas dejemos al Señor y a María Santísima que sigan haciendo a través de la vida consagrada grandes cosas en el Paraguay”... “Jóvenes hagan lío y organícenlo bien; un lío que nos de un corazón libre, que nos de solidaridad, que nos de esperanza, que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios, a quien conocí, es mi fortaleza; ese es, debe ser el lío que hagan”...
Finalmente, valoró, en palabras del Papa, a los que pelean por tener una vida digna.