Esta festividad se instituyó en el día litúrgico de San Juan María Vianney, patrono de los párrocos. Cuentan de él que fue un sacerdote corto de conocimiento pero muy entregado a Dios y a la evangelización.
El padre Lucio Arana, de la parroquia Medalla Milagrosa, dijo a nuestra corresponsal Antonia Delvalle que el párroco debe ser un hombre de Dios haciendo presente a Jesucristo, anunciando el evangelio y administrando los sacramentos.
Al mismo tiempo debe ser pastor de almas, constructores de la caridad, ante tantas necesidades espirituales y materiales que hoy en día se manifiestan a través de casos de violencia de toda índole. Remarcó que el sacerdote debe ser en la sociedad formador integral de los hombres para alcanzar la sociedad anhelada.
Para el párroco de la Catedral de San Juan Bautista, Misiones, Pbro. Rubén Reale, su misión en la Iglesia es trabajar por la evangelización. Manifestó a nuestro corresponsal Rafael Montiel que una parroquia siempre ha sido el centro de la vida de la gente y que el párroco es el que anima y acompaña las actividades que ayudan a crecer como persona.
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Reale explicó que la misión del párroco es atender a la gente, a los niños, jóvenes, adultos, a las familias, a los enfermos y necesitados. Añadió que además de la administración de los sacramentos, acompaña, escucha y anima a la gente.
“Buscar la santificación del pueblo de Dios, pastorear desde el corazón del buen pastor Jesús, representado en cada párroco y atender las realidades que se dan en la sociedad, es la misión del párroco”, dijo a nuestro corresponsal Carlos Almirón el padre Daniel Martínez, de la iglesia Virgen del Carmen de Carmelo Peralta, ubicada a 600 km al norte de Asunción.
Intenciones del arzobispo
El arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Velenzuela, felicitó a los párrocos y les pidió orar hoy por los gobernantes y educadores para que tengan el don de la paz y de la sabiduría, para que con el pueblo, en estos momentos de tensiones y conflictos, procuren escuchar, dialogar, discernir y optar por el bien mayor nacional.
Formar a jóvenes del cambio
ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa). La misión de un párroco es la evangelización, transmitir la palabra de Dios, mediante el testimonio de vida, tanto en la sociedad como en la iglesia, sostuvo el Pbro. José Pereira, párroco de la catedral San Roque González de Santa Cruz, ubicada en el populoso barrio del mismo nombre.
Respecto de la juventud, el sacerdote recordó que la Iglesia está celebrando el trienio de la juventud y apuntó que los jóvenes pueden producir los frutos que necesitan la sociedad y la Iglesia en la medida que conozcan los valores del evangelio, siendo jóvenes activos, dinámicos, comprometidos con su sociedad. Para ello se los convoca a formarse como líderes y transformar sus comunidades.