El obispo emérito de Misiones y Ñeembucú presidió días atrás una misa en la Catedral de esta capital departamental. La liturgia fue por celebrar 80 años de su nacimiento y los 49 años de vida sacerdotal. Concelebró la eucaristía el actual obispo, Mons. Pedro Collar Noguera, y algunos sacerdotes de la Diócesis.
En su homilía, Medina señaló que hay muchos problemas socioeconómico que agobian a los fieles y a toda la comunidad. También problemas de orden moral y espiritual, incluso escándalos dentro de la misma Iglesia, apuntó.
“No hay sacerdotes para escuchar confesiones, aconsejar y dar esperanzas a la gente que padece toda clase problemas sociales, económicos y espirituales”, enfatizó Melanio Medina.
Subrayó que las vocaciones surgen de familias bien constituidas donde se aprenden los valores humanos y cristianos. Ese es otro gran desafío de la Iglesia de fortalecer la familia, manifestó.
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Puntualizó que la Iglesia necesita descubrir de nuevo al estirpe de Abraham que pueda abrazar la vocación con entereza en favor del cambio en la Iglesia y en la sociedad para trabajar por el reino de Dios.
