Explica el nutricionista Antonio Danei que la variedad es lo ideal desde el punto de vista del bienestar, porque permite disfrutar de la riqueza de los distintos sabores, colores y aromas.
Resalta que las dietas más saludables son aquellas que brindan equilibrio de proteínas, carbohidratos y grasas saludables, con énfasis en las fibras, los granos integrales, perfecta hidratación y las porciones justas.
Subraya que la salud está primero, por ello debemos enfocarnos en el estilo de vida que estamos llevando. “Si practicamos buenos hábitos tendremos grandes posibilidades de vivir confortablemente. La comida saludable es la que cumple con las cuatro leyes de la alimentación que son la cantidad, calidad, armonía y adecuación”, refiere el profesional. Agrega que con la cantidad se garantiza la energía. La calidad es vital: cuidar la procedencia, preparación y cocción. La armonía es fundamental, el organismo necesita nutrientes, vitaminas, minerales en la medida justa, por lo tanto debe existir un equilibrio en la distribución. La adecuación, por su parte, hace posible la adaptación a las diferentes situaciones por las que atraviesa una persona desde el punto de vista clínico, físico, económico y cultural.
La dieta equilibrada cumple con las leyes que aseguran una excelente calidad de vida y buenos resultados.
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Por otro lado, en un régimen equilibrado están presentes todos los grupos de alimentos recomendados por las Guías Alimentarias del Paraguay, promocionadas por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
Olla alimentaria
En ella se contempla el consumo de panificados y lácteos que comúnmente se excluyen en algunas dietas de moda. La olla alimentaria del Paraguay es una gráfica que divide a los alimentos en siete grupos de acuerdo a la cantidad ideal que debe consumir diariamente cada persona. Los cereales, tubérculos y derivados se encuentran en la base de la olla, ya que su consumo debe ser mayor en el día, seguido por las frutas, verduras, leche y derivados. En la parte superior de la gráfica aparecen las carnes, legumbres secas y huevos; y por último los aceites o grasas y azúcares o mieles cuyo consumo diario debe ser mínimo. Esto significa que no existen alimentos prohibidos, una restricción de cereales con gluten es innecesaria si no se padece celiaquía por ejemplo.