El Ministerio del Ambiente informó ayer que abrió sumario contra los funcionarios Cristian Ayala y Hugo Nazario Benítez, ambos de la Dirección de Fiscalización de esta institución.
En la semana, Ayala y Benítez habían “inspeccionado” a medias el matadero El Ciñuelo del barrio Arecayá de la ciudad de Mariano Roque Alonso. Estos presentaron en su informe que durante el recorrido realizado no constataron ningún tipo de vertido en el arroyo Cañada del Carmen.
La investigación se abre de manera a determinar si hubo o no algún hecho irregular durante el procedimiento y la responsabilidad de los funcionarios.
El cauce se encuentra altamente contaminado, con restos de animales y otros residuos orgánicos. Sin embargo, ambos fiscalizadores ni tomaron muestras del agua al momento de la fugaz fiscalización.
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El arroyo pasa por la propiedad de la matadería y desemboca finalmente en el Itay y luego al río Paraguay. El fétido olor que emana el curso representa un dolor de cabeza para los pobladores de cinco barrios de esta ciudad, que cada año hacen la misma denuncia y están cansados de las promesas del Mades, cuyas intervenciones siempre quedan en la nada.
Los vecinos acusan además a un frigorífico y a una vivienda (donde hacen faena clandestina) de ser también responsables de tal contaminación. Piden que la fiscalía actúe y dé una solución, ya que temen que se origine un brote de enfermedades.
Irregularidades
Ayer, funcionarios del Mades fueron nuevamente hasta la matadería y, según indicaron, encontraron varias irregularidades que transgreden normas ambientales como la N° 294/93 de “Evaluación de Impacto Ambiental” y la 3239/07 “De los Recursos Hídricos del Paraguay”.
De acuerdo al procedimiento, constataron que efectivamente hay un desborde de los residuos al cauce hídrico. Además, el manejo inadecuado de los residuos sólidos, así como la colmatación de la pileta de la línea verde, fueron hallados restos de rumen y bostas al costado del arroyo Cañada del Carmen, que cruza la propiedad.
Además, notaron la disposición de restos de animales como rabo o cola de ganados faenados dispersos en el predio, lo que generaba olor por la descomposición. Se labró acta de intervención y el caso fue elevado a la Dirección de Asesoría Jurídica, informaron.