Símbolo de lucha y pasión por una tradición nacional
Rosa Concepción Segovia (57) fue reconocida como tesoro nacional vivo en el 2019, por su gran aporte a la artesanía. Es referente en el país por mantener viva la tradición de la producción del poncho de 60 listas.
Es de profesión docente, licenciada en Ciencias de la Educación, reside en el barrio Virgen del Rosario de la ciudad de Piribebuy. Refiere que a la edad de 7 años aprendió a tejer, empezando con una fajita y a los 13 años se inició con el telar del poncho. Es mamá de Mariano (técnico de automotores), Amado (ingeniero civil) y Daisy, que está culminando la carrera de sicología laboral. Rosa agregó que su mayor desafío es ampliar la escuela taller que tiene en su casa.
Comentó que una de las pruebas que marcó su vida fue cuando le diagnosticaron cáncer de mama hace cinco años. “Mi mayor fuerza son mis hijos y mi gran motivación es mi trabajo. Pongo mucho amor a lo que hago. Tuve la suerte de poder seguir mi tratamiento y sigo con los medicamentos”, dijo. La maestra artesana sigue fabricando los ponchos y resalta que las madres paraguayas se caracterizan por ser valientes en todo. En la actualidad, llega a los potenciales clientes a través de las redes sociales y otros canales. Los interesados en conocer su trabajo pueden llamar al (0972) 649-753.
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Con las manos en el barro sacó adelante a su familia
Carolina Noguera (48) reside en la compañía 21 de Julio de la ciudad de Tobatí, departamento de Cordillera. Comenta que fue en la adolescencia y en su seno familiar cuando y donde aprendió la artesanía en barro.
Esta labor constituye su principal fuente de ingresos y según resalta, gracias a este trabajo, sus hijas están siguiendo sus estudios.
Carolina es mamá de Fátima y Clara, quienes se encuentran cursando las carreras de enfermería y educación artística, respectivamente.
“El trabajo es el símbolo del pan de cada día de mi familia”, expresa. Alega que atravesó varias dificultades como madre y artesana, pero que no se dejó caer porque sus hijas siempre fueron sus motores. Cuenta que hubo épocas de mucho frío en que no vendía nada de sus productos y veía la forma de ingeniarse para no hacer faltar alimento en su casa.
“Hay un mensaje que deseo dejar para las madres, y es que luchen por sus objetivos y que por los hijos todo es posible. Nunca se rindan, siempre podrán superar cualquier obstáculo”, sostiene. Según cuenta Carolina su mayor sueño es ver a sus hijas recibirse en sus profesiones y de su parte seguir creando a través de sus talentosas manos.
Los interesados en contactar con ella lo pueden hacer a través del número (0981) 683-380.
Alfarería, legado que mueve a una generación familiar
Conocida como Ña Nena, Bienvenida Páez Monges (68) es una referente de la artesanía en su ciudad natal, Areguá, donde cuenta con un taller y salón de exposiciones. Es mamá de Pablo Rafael Martínez Monges (32).
Ella aprendió este oficio y otros secretos de la alfarería de su madre, doña Bienvenida Monges Servín. Cuenta que esta tradición familiar sigue intacta y que la nueva generación va tomando impulso y dando un toque más moderno para mantener el legado.
“Igual sigo innovando y aprendiendo día a día. Sueño que termine esta pandemia lo antes posible, así podré viajar a Rosario, donde se suspendió la muestra en la que iba a participar con mi arte”, comparte.
Ña Nena tiene un mensaje especial para las madres: “Sigan teniendo valentía, ya que la mujer paraguaya se caracteriza por su fortaleza, por llevar adelante su hogar, su pueblo y su país”.
En su salón de ventas cuenta con una amplia gama de artículos de la alfarería. Los interesados en contactar pueden llamar al (0982) 176-369.
A sus 94 años sigue creando y alienta a apostar al tejido
El tejido es su pasión y en cada creación deposita lo mejor de sí. A la edad de 94 años, doña Digna López viuda de Narvaja sigue tejiendo y aplicando sus conocimientos del auténtico ao po’i en Yataity del Guairá.
Es mamá de Nelson Narvaja y según comenta, ya mostraba interés hacia esta artesanía a la edad de 12 años y que lo fue aprendiendo y perfeccionando con ayuda de una hermana.
Hasta hoy, doña Digna emplea sus manos para hacer manteles, camineros, camisas, chals y otros artículos, que son muy valorados por su comunidad y por otros colegas.
Recuerda que pasó momentos muy difíciles, sobre todo cuando las ventas no eran las que apuntaba y no mejoraba. De igual manera, no perdía las esperanzas y siempre agradecía cuando se daban los pedidos: “Gracias a Dios pude salir adelante”.
Doña Digna valora mucho la artesanía que representa a esta ciudad, sobre todo a las personas que siguen dedicándose y apostando a lo nacional. Ella considera que es posible vivir del arte: “Gracias a esto pude sacar adelante a mi hijo y logró ser un gran profesional. Según nos comenta su sobrina Cecilia, su tía es una gran heroína para la familia. “Se levanta las 5 de la mañana, toma su mate y ya empieza a tejer. De noche vuelve a su bordado, siempre está haciendo algo”, revela llena de admiración.
La venta de sus trabajos lo hace en su local en Yataity. Para contactar con ella se puede llamar al (0985) 113-660.
Un ejemplo de superación de la comunidad de Cerrito
Librada Flores Benítez (38) es un ejemplo en su comunidad Cerrito-San Francisco del Chaco, donde se desempeña como profesora del nivel inicial empleando su lengua materna Toba Qom y el castellano. Además, es maestra artesana y prepara artículos a partir de totora o la palma. En su comunidad, más de 60 madres cabezas de hogar se dedican a esta labor y logran sacar así adelante a sus familias.
Librada tiene tres hijos, todos en etapa escolar y según resalta, gracias a este trabajo está logrando sus metas que es llegar a la universidad. No obstante, indica que esta pandemia y la cuarentena les golpeó fuertemente, por lo que están viendo la manera de comercializar sus distintos modelos creativos, que van desde cestos, paneras, bolsos, papeleras, entre otros, tanto a precio mayorista como minorista.
“Como madre me siento orgullosa de este trabajo, de este arte y cada día valoro más el aporte de las artesanas de edad, su esmero y dedición”, manifiesta.
Su mayor sueño es que los trabajos hechos por su comunidad se exporten y sean más promocionados a nivel nacional. Añade que las familias de este lugar precisan de mucha ayuda y que por el día de las madres alistan una olla popular. A su vez, cuenta que preparar los bolsos conlleva un gran trabajo de logística, ya que deben trasladar los insumos desde otra localidad, para lo cual deben abonar G. 250.000 por el flete.
“La artesanía es el principal sustento”, sostiene Librada, quien aguarda esperanzada los pedidos de los comercios y particulares, que según refiere, será de gran ayuda en este momento difícil que atraviesan. Su número es el (0992) 657-101.
“Estar juntas en la mesa es una gran satisfacción”
Zully Varela (42) tiene cuatro hijas. Su actividad diaria comienza a las 4:00 cuando se prepara para venir de Ñemby a Asunción para trabajar en la limpieza de calles y plazas de la capital. La sorprendimos en su actividad y nos comentó que la mayor satisfacción que ha tenido en la vida fue dar a luz cuatro preciosas hijas, dos de las cuales ya se casaron, mientras las otras, son menores. “Como madre deseo que todas sigan estudiando, que sean profesionales. Mucho se debe andar para ver crecer a los hijos”, remarca.
Relata que hace siete meses está trabajando para la Municipalidad de Asunción y que anteriormente se desempeñaba como trabajadora doméstica.
Una vez terminada su actividad laboral en Asunción regresa a su casa para cocinar, hablar con sus hijas, bromear con ellas. Zully es madre soltera. “Vivo con mi mamá. Tenemos una gran familia. Nos ayudamos todas y así enfrentamos el día a día”, dice al agregar que la necesidad obliga a salir a trabajar, pero así también el encuentro familiar, el estar todas juntas sirve para compartir cariños, sentimientos y comentar lo que sucede en el día. Refiere que estar todas juntas en la mesa es una gran satisfacción porque allí se habla de la intimidad familiar. Su deseo es que los hijos y la propia sociedad valoren mejor a la mamá. “Ciertamente este año muchos hijos no podrán ir a ver a sus madres, pero pueden llamarlas y expresarles que la quieren mucho. La mamá solo quiere ver hijos agradecidos”, destaca y pide a las madres con hijos pequeños que los quieran mucho, porque el tiempo pasa demasiado rápido: “Crecen rápido y el tiempo que se disfruta con ellos es poco porque hay que trabajar”.
Piden solución para alumnos cuyos colegios se cierran
FERNANDO DE LA MORA (Antonia Delvalle C., corresponsal). Padres de alumnos del colegio técnico Kolping se manifestaron esta semana exigiendo al Ministerio de Educación (MEC) y la Defensoría de la Niñez su intervención. Es por el cierre de la institución, que deja sin posibilidad de estudios a bachilleres de Automotriz e Informática.
Una de las madres, Ivonne Ginard, comentó que sus hijos tuvieron clases normales hasta el 29 de abril. Luego, cuando los estudiantes preguntaron cuándo continuarían desarrollando contenido, los profesores comentaron que el colegio había decidido cerrar.
Ginard señaló que recién cuando acudieron a la prensa los padres fueron convocados a una reunión, en la que les dijeron que el colegio tenía problemas económicos. Propusieron hacer actividades para recaudar fondos, pero sin eco favorable. Además, cuando los padres desesperados fueron a retirar la documentación de sus hijos de la institución, les hicieron firmar un documento que indica que de motu proprio estaban desmatriculando a los estudiantes y no les devolvieron los pagarés firmados como compromiso del pago de cuotas.
El director ejecutivo del colegio Kolping, doctor Olaf Brandenstein, afirmó que los padres mienten, acotando que de 123, solamente 26 padres pagaron las cuotas de manera total o parcial.
Dijo que hay una deuda pendiente de más G. 108 millones y que de eso se informó a la familia educativa, ofreciendo descuentos y facilidades de pago. “Todos se pusieron a la espera y mientras tanto se fue a la quiebra el colegio y tuvimos que cerrar”, recalcó.
En esta situación, los padres piden la intervención del Ministerio de Educación y Ciencias para asegurar que sus hijos puedan seguir estudiando las especialidades técnicas que iniciaron.
El MEC insta, por su parte, a que los alumnos de instituciones educativas privadas no pierdan el año y que los padres matriculen a sus hijos en instituciones educativas públicas, donde hay suficientes plazas para no perder el año.
Cementerios permanecerán cerrados en Día de la Madre
La Municipalidad de Asunción informó que los cementerios municipales estarán cerrados hoy, por lo que estarán prohibidas las visitas a sepulcros en el Día de la Madre.
En un comunicado, la Comuna explicó que en realidad esta disposición rige desde hace varias semanas en los camposantos del Sur, Del Este y de la Recoleta. Se basa en el cumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS), para luchar contra la propagación de la pandemia del coronavirus (covid-19). Se busca evitar aglomeración.
El jefe del Departamento de Necrópolis Gerardo Arévalo explicó que una de las fechas en las que más visitas se reciben en los cementerios municipales es en el Día de la Madre. “Es costumbre que los hijos de madres ya fallecidas visiten los cementerios, generándose un ambiente de reunión familiar tradicional que este año no se podrá dar”, manifestó.
Estas medidas han afectado a las vendedoras que se apuestan habitualmente frente a los cementerios y ofrecen flores, crucifijos, velas y otros. Las mismas han dejado sus puestos hace semanas y han perdido sus ingresos, lo que a su vez afecta a sus familias.
En el caso del Cementerio del Sur, se ha visto a personas ingresar pese a la restricción, ya que hace años sus portones y su muralla no están en buenas condiciones, registrándose incluso derrumbes. Si bien hay algunos guardias y el portón está cerrado, a metros hay enormes espacios por donde entrar.
