También pidió que “liberen los accesos de las oficinas, las aulas y los laboratorios para garantizar el derecho al trabajo a los funcionarios y a entrar a clases para los alumnos que quieran acudir y terminar el año, o tendremos que hacerlo por la vía legal”.
Cabrera invitó a los universitarios que están en paro a aceptar la recalendarización de las actividades académicas de modo de no perder más días de clases. “En dos semanas más se inician los últimos parciales y luego entramos a los exámenes finales. Ahora los alumnos tienen tiempo de recuperar todo”, dijo.
Aseguró que todas las intervenciones que se realizaron en la UNA, hasta ahora, no tuvieron resultados exitosos. “No confiamos en el eventual interventor”, afirmó Cabrera.
Roque Florentín, estudiante del último semestre de la Fiuna, lamentó la postura radical de sus compañeros. “Yo quiero recibirme este año, pero no podemos dar clases porque nos amenazan, nos encierran y abuchean”.
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Abel Bernal, rector de la UNA, dijo que “si la intervención es la vía para restaurar la vida académica en la facultad se debía de realizar, pero acá se votó y se respeta la democracia”.
