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Los trabajadores tomaron la decisión de ir a la medida de fuerza hace 42 días, y están apostados frente a la empresa que tiene su local en Teniente Alcides González y Tobatí, en las proximidades de la Terminal de Ómnibus.
Los trabajadores montaron una carpa y controlan la presencia de los sustitutos, que según indicaron, entran a la empresa y suben a los buses arriegando la vida de los pasajeros, debido a que no son conductores profesionales.
Según los choferes, la empresa tiene 25 trabajadores del volante y de ellos solo seis están trabajando en los buses, que van a Ciudad del Este, Encarnación, Concepción y Chile.
En los alrededores de los talleres se puede ver varios vehículos descompuestos y abandonados, en una prueba de que los empresarios ya no quieren trabajar, y estarían con intenciones de cerrar, indicó Amancio López con más de 17 años en la empresa.
Por su parte, el empresario Marcos Arias sostuvo que la huelga está judicializada, porque solo un grupo de choferes se oponen al trabajo, mientra otras treinta personas están en sus puestos, de acuerdo a lo que señaló.
Agregó que los ómnibus que están estacionados en la calles y con problemas son productos de vandalismo y sabotaje.
El directivo indicó que en estos últimos días hubo hasta disparos de armas de fuego, rotura de parabrisas, agresión a los choferes, y todo está dirigido por los sindicalistas.
Explicó que el bandalismo ya ha generado la queja de los vecinos, sin embargo, siguen generando zozobra los choferes, según dijo.
Arias dijo que pidieron la calificación de la huelga, porque ellos dicen que son despedidos, pero la empresa no les despidió.
Con respecto al inclumplimiento de los beneficios laborales, el directivo negó que estén en deuda; “esa es la mentira que quieren meter en las autoridades”, concluyó.