No es la primera vez que llega al Paraguay el arzobispo metropolitano de São Paulo. En anteriores ocasiones ya estuvo por Alto Paraná porque un hermano suyo trabaja en la zona en una cooperativa agrícola.
En esta ocasión, el casamiento de una sobrina lo trajo nuevamente a Ciudad del Este, donde también aprovechó para visitar el seminario diocesano donde varios jóvenes están siguiendo la carrera sacerdotal.
A poco de su arribo al aeropuerto Guaraní, el cardenal fue recibido por el obispo diocesano, Mons. Rogelio Livieres Plano y los familiares de su hermano.
Amor por Paraguay
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Scherer se mostró muy amable y en el tiempo que estuvo, habló con la prensa y explicó que su visita era familiar a un país que tanto quiere como es Paraguay.
Cuando se le mencionó que los vaticanistas y la prensa mundial lo ubicaron como un firme candidato a suceder al renunciante Benedicto XVI, indicó en broma: “Erraron todos”.
Preguntado si la elección de un Papa latinoamericano significará una mejor atención hacia el continente, Scherer indicó que la elección fue muy buena, y al mismo tiempo demuestra la universalidad de la Iglesia, que puede ser representada por personalidades de todo el mundo, contrariamente a lo que era en el pasado, cuando los papas eran todos europeos.
“Hoy tenemos a grandes pastores en todo el mundo, entonces no es ninguna sorpresa que se haya elegido a un Papa no europeo”, apuntó.
El cardenal reconoció que la selección, sin embargo, significará una mejor atención al continente, pero reiteró que el Papa es para todo el mundo, no es de un país ni de un continente.
Con los pobres
Consultado si la elección de Francisco significará un cambio de mentalidad en la Iglesia para volver nuevamente a los pobres, a los más necesitados, indicó que la Iglesia siempre estuvo con los pobres, pero ahora con opción más preferencial. “La Iglesia está preocupada por ellos, está con la justicia, la solidaridad; entonces la elección del papa Francisco ayudará a acercarse más a ellos”, puntualizó.
Por su parte, Mons. Rogelio Livieres Plano indicó que es un gran honor que el cardenal Scherer visite su diócesis y que también dialogue con sus seminaristas. Actualmente, en Alto Paraná hay un reverdecer vocacional. Cuenta con 190 jóvenes que se preparan para ser sacerdotes, de los cuales solo 15 no pertenecen a la diócesis.
Calificó ese hecho como una obra de Dios, y a la dedicación que ponen en la promoción vocacional. Agregó que si uno invierte las vocaciones surgen.
Finalmente, sostuvo que para conseguir muchos sacerdotes se debe trabajar en las familias, a las que hay que llegar con una pastoral eficaz para que allí los jóvenes ya sientan el llamado de Dios.
